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Acusan a la Xunta de fomentar el “negocio privado” con perros y gatos abandonados

El Gobierno autonómico defiende que está dispuesto a enmendar la ley de protección animal, que prevé sanciones de hasta 5.000 euros a los particulares que les den cobijo y cuidado sin autorización

Cartel de la manifestación contra la Ley de Protección Animal

juan oliver

Los colectivos de defensa animal de Galicia creen que la nueva ley de protección y bienestar aprobada por la Xunta y remitida ya al Parlamento gallego pretende promover y facilitar la privatización de los servicios de recogida, refugio y adopción de animales abandonados, obstaculizando la labor de las asociaciones y particulares que en la actualidad los prestan altruistamente, incluso ilegalizando parte de su actividad.

El anteproyecto de la norma, aprobado por Ejecutivo autonómico a finales de marzo pasado, sustituye a la antigua regulación, de hace 24 años, y reconoce el trabajo que han realizado esas agrupaciones en todo este tiempo, en especial en lo que se refiere a la estigmatización social de las conductas de maltrato animal. Pero asegura que éste sigue siendo un problema grave y extendido que justifica un endurecimiento de las sanciones.

Sucede, sin embargo, que el texto contempla castigos destinados no hacia quien maltrata, sino a quien protege. Así, por ejemplo, establece la necesidad de obtener una “autorización” previa para alimentar y recoger animales sin dueño, cuya omisión puede sancionarse con multas de hasta 500 y 5.000 euros, respectivamente. También, entre otras, la obligación de comunicar a las autoridades la propiedad de más de cinco animales en la misma vivienda, bajo multa, también, de 500 euros.“No es una ley dirigida a perseguir y erradicar el maltrato y el abandono de animales, sino a gestionarlo y dejarlo en manos privados”, asegura Ana Sánchez, miembro de la Protectora de Animales Aloia, de Tui (Pontevedra) y portavoz de una treintena de asociaciones de las cuatro provincias de Galicia.

Esos colectivos afirman que la nueva regulación “no sólo contraviene y empeora” la anterior normativa, sino que pretende “hacer negocio con el abandono de los animales, no acabar con él, promoviendo la creación de centros autorizados (...) poniendo estos servicios en manos de empresas privadas y poniendo palos en las ruedas de las asociaciones y particulares que llevan años dejándose la piel asumiendo y haciendo de forma desinteresada el trabajo que les correspondería hacer a las administraciones y gobiernos de turno”.

Para Sánchez, el texto aprobado por la Xunta es una “ley tramposa”, empezando por su título, que se refiere a la protección de los “animales de compañía” y no a los “animales domésticos y salvajes” en cautividad, como figuraba en el encabezamiento de la regulación anterior, dejando fuera, entre otros, a los animales de granja destinados a la producción agropecuaria. “Además, la redacción del texto está repleta de ambigüedades y de salvedades que, en la práctica, permitirán que se pueda actuar con impunidad”, afirma Sánchez. Y pone como ejemplo que se pregone el “sacrificio cero” en los refugios cuando se admite en aquellos casos en los que concurran “razones de sanidad animal, salud pública, de seguridad de las personas o medioambientales”.

Es decir, que se seguirán ejecutando perros y gatos en los refugios con los mismos argumentos que ahora.Otro déficit de la norma es que no contempla el registro obligatorio de todos los animales, y en especial, según Sánchez, libera de esa condición a los cazadores que posean perros provenientes de camadas de su propiedad siempre y cuando no los vendan o cedan a otras personas. “El 90% de los animales que tenemos en los refugios son perros de caza abandonados. Y cualquier cazador podría eludir la multa por un perro sin chip siempre que alegue que no se lo ha traspasado a otra persona”.

El anteproyecto de ley ha iniciado su trámite parlamentario con un debate en pleno y con la creación de una ponencia cuyo texto definitivo será discutido en comisión y llevado nuevamente al pleno para su aprobación. De momento se han registrado 170 enmiendas a su medio centenar de artículos y disposiciones transitorias.

Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio aseguran que el procedimiento, con su preceptivo período de exposición pública para recibir alegaciones, “ha sido abierto, transparente y limpio”, y que tanto el Gobierno de Feijóo como el PP, que también ha presentado sus propias enmiendas, están dispuestos “a debatir y a acordar las correcciones que puedan mejorar” la norma.

Según esas fuentes, la Xunta espera que la ley esté aprobada antes de que termine el año.Para Xosé Luis Bará, diputado del Bloque Nacionalista Galego y miembro de la ponencia, el anteproyecto, “lejos de avanzar para ponerse a la altura de las regulaciones de otras comunidades del Estado, es restrictivo”. “Se centra en los animales de compañía, pero deja fuera, por ejemplo, la prohibición de las corridas de toros, que es una de nuestras propuestas”. Bará coincide con Sánchez tanto en el exceso de ambigüedades del texto como en su objetivo de fondo: “La norma está pensada para la gestión privada de los refugios, porque permitirá a los ayuntamientos crear centros que, evidentemente, acabarán siendo administrados mediante concesiones a empresas privadas”. “Además se penaliza a las asociaciones defensa animal, o al menos no se les facilita su labor ni su participación en el proceso”, añade.

En contrario opina Laura Duarte, portavoz del Partido Animalista (PACMA), formación que en las últimas autonómicas gallegas fue la sexta más votada con más de 15.000 sufragios (sólo la superaon el PP, las Mareas, el PSOE, el BNG y Ciudadanos), y que mantuvo reuniones con la Xunta de cara a la redacción de la norma.

“Es una ley positiva. Es cierto que aún tiene aspectos polémicos, como las sanciones por recoger y alimentar animales abandonados, pero entendemos que las protestas comprensibles y estamos en contacto con la Xunta para que esos puntos se modifiquen. Pero pensamos que esta ley es mejor que la anterior porque se van a prohibir los circos y los espectáculos con animales salvajes y actividades como el tiro al pichón, y se va a imponer la norma del sacrificio cero”, alega Duarte. La ponencia sobre el texto ha celebrado su primera reunión este viernes.

Dos días antes de la manifestación convocada por los colectivos de defensa animal que, bajo el lema “El abandono es una lacra, no un lucro”, recorrerá las calles de Santiago de Compostela este domingo a partir de las doce del mediodía desde la céntrica Alameda de la capital gallega.

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