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Aragón quita una concesión de reciclaje a un grupo industrial condenado por delito ambiental

La comunidad acuerda rescindir el contrato por el que Gesneuma trata más de 7.000 toneladas anuales de neumáticos usados al detectar en sus instalaciones una planta de pirolisis con capacidad para incinerar cinco millones de kilos de ruedas al año

Resultado del incendio del vertedero de neumáticos de Seseña (Toledo). EFE

EDUARDO BAYONA

@e_bayona

ZARAGOZA .- El Gobierno de Aragón ha decidido rescindir el macrocontrato por el que la empresa Gesneuma gestionaba desde 2007 el reciclado de neumáticos usados en la comunidad tras detectar “numerosos incumplimientos” de sus obligaciones, según acordó este martes el ejecutivo autonómico. Acumula ruedas en cantidades muy superiores a las permitidas y los terrenos reservados para su gestión incluyen una planta de pirolisis -un sistema de incineración sin oxígeno para producir electricidad y gasóleo-, opción no contemplada en la concesión.

No es el primer episodio de inadecuada gestión de reciclaje que se produce en los últimos años en el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR), un complejo situado en las afueras de Zaragoza que a mediados de la pasada década se presentaba como el más avanzado y extenso de Europa en valorización de desechos de todo tipo.

Gesneuma (Gestión de Neumáticos Aragón), ubicada en ese polígono, pertenece al grupo industrial López Soriano, cuyo máximo responsable, Valero López, fue condenado hace unos meses por la Audiencia de Zaragoza como autor de un delito ambiental por la emisión a la atmósfera de un volumen de gases CFC y HCFC equivalente a 175 toneladas de CO2 procedentes de neveras usadas que procesaba otra de sus empresas llamada Valorfrío. “Buena parte de los frigoríficos no pasaban por la planta”, concluyó la Audiencia: eran fragmentados sin confinar sus gases de efecto invernadero.

Millares de toneladas de neumáticos continúan acumulados en el vertedero de Seseña.- EFE

Millares de toneladas de neumáticos continúan acumulados en el vertedero de Seseña.- EFE

“Incumplimiento culpable” según la comunidad

En el caso de Gesneuma, firma a la que le imputa un “incumplimiento culpable”, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad señala tres irregularidades fundamentales. Por una parte, “la acumulación de retrasos en la prestación del servicio”, y, como consecuencia de esta, el incumplimiento de la normativa antiincendios por no respetar el límite de mil metros cúbicos de neumáticos que podía acumular en cada pila.
El Gobierno de Aragón inició el proceso para rescindir el contrato con Gesneuma el pasado mes de junio, unas semanas después de que el fuego arrasara en Seseña el mayor vertedero de neumáticos del país  en un incendio cuyos efectos contaminantes obligaron a confinar temporalmente en sus casas a los vecinos de varias poblaciones manchegas.

La tercera causa era la sospecha de que la concesionaria pretendía dar a las ruedas un destino distinto del acordado: el contrato la obligaba a reciclar la totalidad de los neumáticos para separar el caucho, el metal y los componentes textiles con el fin de reutilizarlos, pero “en 2014 a través de una inspección se constató la existencia de una planta de pirólisis para la producción de energía en el mismo terreno en el que se desarrollaba el servicio público”, informó el Gobierno de Aragón.

Quemar ruedas en lugar de reciclarlas

Fuentes de la consejería de Desarrollo Rural especificaron que las inspecciones de la comunidad no advirtieron que la planta de pirolisis, en cuyo diseño participó el Instituto de Carboquímica del CSIC, estuviera en funcionamiento, aunque su ubicación en una zona reservada para el reciclaje de los neumáticos ya supone, según el criterio de los técnicos, un incumplimiento del contrato. El propio CSIC estima que la planta iba a procesar anualmente 5.000 toneladas de neumáticos  –medio millón de ruedas- para producir 2.100 de un material reutilizable conocido como “negro carbón” y 2.150 de combustible líquido. Ese volumen supone más de dos terceras partes de los alrededor de siete millones de kilos de este residuo que actualmente se generan en la comunidad.

El decreto por el que la comunidad reguló en 2006 el reciclado de los neumáticos fuera de uso y estableció su gestión privada mediante una concesión prohibía específicamente “la eliminación de estos residuos mediante quema, incineración o depósito en vertederos” por sus efectos contaminantes. La norma no incluía una referencia específica a la pirolisis, un sistema térmico similar a la cogeneración con el que se produce electricidad y que, según sus defensores, genera bajas emisiones de CO2, aunque sí excluía específicamente  de las labores de reciclaje “la incineración con recuperación de energía”.

La empresa seguirá operando provisionalmente

Pese al inicio de los trámites para la rescisión, Gesneuma, que en 2007 se hizo con la concesión para un periodo de 25 años durante los que recibiría 75,26 euros por cada tonelada “realmente gestionada” –el contrato está valorado en 29,3 millones-, se verá obligada a seguir prestando el servicio hasta que el Gobierno de Aragón se lo adjudique a otra empresa o cambie el sistema de reciclado. Hace tres años, el Consejo Consultivo rechazó modificar las condiciones de la concesión que había solicitado Gesneuma al caer en picado el negocio como consecuencia de la crisis.

“Consideramos que se trata de un incumplimiento”, señaló el consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, que insistió en que “lo que hemos aprobado es el inicio del procedimiento” para resolver el contrato, no la suspensión”, y que declinó adelantar si ese proceso puede dar lugar a alguna sanción a la empresa.
Hasta que se materialice la rescisión, la planta de Gesneuma “tiene que continuar” operando, anotó. El contrato “obliga a que todos los neumáticos pasen por ahí y se gestionen en esa planta. La propia instalación tiene que seguir funcionando porque se trata de un servicio público”, añadió.

“Incumplimiento culpable” según la comunidad

En el caso de Gesneuma, firma a la que le imputa un “incumplimiento culpable”, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad señala tres irregularidades fundamentales. Por una parte, “la acumulación de retrasos en la prestación del servicio”, y, como consecuencia de esta, el incumplimiento de la normativa antiincendios por no respetar el límite de mil metros cúbicos de neumáticos que podía acumular en cada pila.
El Gobierno de Aragón inició el proceso para rescindir el contrato con Gesneuma el pasado mes de junio, unas semanas después de que el fuego arrasara en Seseña el mayor vertedero de neumáticos del país en un incendio cuyos efectos contaminantes obligaron a confinar temporalmente en sus casas a los vecinos de varias poblaciones manchegas.

Concretamente, el pasado mes de junio ocho de las trece pilas de neumáticos superaban el tope permitido de mil metros cúbicos: la que menos, en 533, mientras una de ellas llegaba a triplicarlo con creces al alcanzar los 3.38.

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