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Último capítulo de la historia negra de los accidentes del Casón y el Mar Egeo en las costas de A Coruña

Los dos barcos protagonistas de los accidentes del Mar Egeo y del Casón serán subastados y sus empresas adjudicatarias deberán retirar los restos que permanezcan aún en el mar

El petrolero griego 'Mar Egeo', que transportaba 79.300 toneladas de crudo, embarrancó en las proximidades de la Torre de Hércules (A Coruña) en diciembre de 1992 / EFE

EVA BELMONTE / CIVIO

EL BOE NUESTRO DE CADA DÍA.- Antes del Prestige, la costa de A Coruña ya había sufrido varios accidentes marítimos vinculados con el peligro de la carga de los buques. El BOE recoge hoy dos anuncios en los que subasta los restos de dos barcos protagonistas de dos de esos accidentes: el Casón y el Mar Egeo. La empresa o empresas que acaben siendo adjudicatarias deberán retirar los restos de ambas naves que aún permanecen en el fondo del mar.

El Casón naufragó en 1987 y cargaba químicos inflamables y corrosivos. Fallecieron 23 de sus tripulantes y las dudas sobre la peligrosidad de su carga desataron el caos en la evacuación de los habitantes cercanos. Cuando se intentó trasladar el cargo a una fábrica de la zona, los trabajadores lo impidieron a base de piquetes y abandonando sus puestos de trabajo.

Sus restos están bajo las aguas de la playa do Rostro. Aunque el organismo encargado dentro del Ministerio de Defensa aclara que es imposible cuantificar el valor económico de los materiales, se espera que allí se encuentren piezas de la estructura, tuberías de acero inoxidable y algún material de bronce.

El accidente del Mar Egeo se produjo en 1992 y transportaba crudo. Se calcula que 67.000 toneladas se vertieron al mar, pero lo que seguro que se quedó en el recuerdo de muchos vecinos es la gran columna de humo que se podía ver en la zona del puerto de A Coruña, que rodeó la Torre de Hércules. No hubo muertos, pero sí la evacuación de los vecinos de la zona, la afectación de la pesca de la zona y millones de euros de indemnizaciones reclamadas.

En 2010, Desguaces Petrello se encargó de retirar parte de los restos, pero no todo. De hecho, algunos de los restos que quedaron junto a la costa son ahora un reclamo para turistas. Lo que queda del Mar Egeo está justo en las inmediaciones de la Torre de Hércules a entre 10 y 25 metros de profundidad: partes de la estructura, el motor… Todo de hierro, sin metales más nobles.

En ambos casos, la subasta inicial establece (en los pliegos del Mar Egeo y los pliegos del Casón) que el Gobierno establece una reserva del 20% del valor de los materiales que allí se encuentren, un porcentaje que bajará en las siguientes rondas si nadie lo iguala o lo mejora. El resto irá a parar al adjudicatario.

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