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Condenado a 4 años de carcel por vender entradas falsas para la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica

Pablo Casanova Freije, administrador de una agencia de viajes, vendió al menos a 54 personas paquetes en los que ofrecía el viaje a Johannesburgo y la entrada para el partido

Espectadores sudafricanos durante uno de los partidos disputados en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica.- EFE

EUROPA PRESS

MADRID.-  La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 4 años de cárcel como autor de un delito de estafa agravado en concurso con otro de falsificación en documento mercantil a Pablo Casanova Freije, administrador de una agencia de viajes de Las Rozas (Madrid), por vender entradas falsas a varias agencias y, al menos, a 54 personas que viajaron a Johannesburgo para ver la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que enfrentó a las selecciones de España y Holanda el 11 de julio de 2010.

A todas estas personas y a varias empresas a las que vendió unos paquetes en los que ofrecía el viaje a Johannesburgo y la entrada para el partido de fútbol deberá indemnizarles con el dinero que les cobró por este servicio, que fueron 2.495 euros por persona.

A cada una personas físicas deberá abonar ademas otros 1.500 euros por daños morales y deberá indemnizar igualmente, con casi medio millón de euros, a las empresas a las que implicó para fletar un vuelo charter en el que viajaron 255 personas, según señala la sentencia.

La Fiscalía había pedido para el Casanova 8 años de cárcel, si bien la Audiencia Nacional le aplica una atenuante muy cualificada de reparación de daño y otra simple de dilaciones indebidas, ya que a algunos de los afectados les devolvió el importe cobrado, por lo que ahora sólo recibirán la indemnización por daños morales. Le impone también una multa de 2.190 euros

Según los hechos probados por la Audiencia Nacional el condenado, que era administrador de la agencia de viajes Yuturne Asociados 21, que operaba en el mercado con el nombre de Kangaroo Viajes, ideó sacar a la venta unos paquetes que incluían vuelo, el traslado del aeropuerto al centro de la ciudad o las inmediaciones del estadio y la entrada para presenciar el encuentro, a los clientes de su agencia y también a otras agencias de viajes minoristas. Sin embargo, Casanova no disponía de dinero para adquirir las entradas ni para fletar el avión.

Compró las entradas a unos noruegos también investigados

Por ello, concertó la adquisición de entradas falsas con una persona de la empresa Euroteam Travel As de Oslo (Noruega). El 10 de julio de 2010, se reunió en un hotel de Madrid con el representante de dicha firma --que se encuentra actualmente en paradero desconocido-- y firmó con él un supuesto contrato de venta de 200 entradas por un precio de 220.000 dólares. Ese día entregó al representante 46.895 euros, que en realidad se correspondía con la adquisición de 46 entradas falsas.

Tras ello, realizó a través de su acceso a la página web del banco donde tenía abierta la cuenta de Yuturna Asociados 21, una transferencia de 173.500 euros a Euroteam Travel, una compañía radicada en Oslo que está siendo investigada por estafa en Noruega en la venta de entradas para espectáculos.

Pese a no disponer de las entradas, Casanova contactó con Worldwide Charters International, dedicada al alquiler de vuelos charter, y concertó un contrato para fletar un avión por 575.000 euros. Esta empresa le exigió el pago del precio por adelantado, lo que llevó al acusado a simular dos transferencias internacionales por importe de 438.500 y 136.900 euros, alterando la pantalla de la web de su banco "emitir transferencia internacional" escribió "transferencia internacional confirmada".

Finalmente, Pullmantur fletó el avión a Sudáfrica con 255 pasajeros, no siendo pagado por Casanova el coste que ascendía a 349.708 euros. A esta empesa, Casanova deberá indemnizarla por el pago del combustible del avión de Pullmantur Air S.A., que ascendió a 135.292 euros,

En Johannesburgo, recibieron solo 46 entradas falsas, por lo que no pudieron acceder al recinto, si bien algunos de los viajeros lograron hacerse con otra y entraron en el último momento del encuentro. Tras terminar el partido, fueron trasladados nuevamente al aeropuerto y, desde allí, a Madrid.

Algunos de los afectados, según detalla la sentencia, interpusieron denuncia en la Comisaría nada más aterrizar en el aeropuerto de Barajas.

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