La Guardia Civil detuvo a un hombre de 42 años, acusado de un supuesto delito continuado de maltrato animal por el estado lamentable en el que se encontraban 15 perros en una finca de su propiedad en el municipio de Soutomaior, Pontevedra.

Las investigaciones, informa un comunicado, se iniciaron el día 30 del pasado mes cuando la Patrulla del Seprona de la Guardia Civil con sede en Vigo, detectó a un número considerable de perros deambulando por las proximidades de una vivienda deshabitada en la parroquia de Lourido, del municipio de Soutomaior.

La mayor parte de los animales presentaban heridas sangrantes, con problemas de piel y evidentes signos de desnutrición.

Al día siguiente, con el apoyo de los servicios veterinarios de la Xunta de Galicia se pudo realizar un control exhaustivo de la zona con el objeto de proceder a la identificación de los animales y evaluar su situación.

Los resultados de la inspección fueron especialmente preocupantes cuando se localizaron hasta un total de 15 perros en una situación deplorable, tanto por su evidente estado de desnutrición como por la falta de las más elementales condiciones higiénico sanitarias.

La mayor parte de los animales presentaban heridas y notorios problemas dermatológicos por la ausencia de cuidados veterinarios que derivaron en una situación de dolor y sufrimiento evidentes en la mayor parte de los canes.

En una estancia de la casa se encontró un perro totalmente desnutrido, que había fallecido recientemente, y en una perrera contigua se localizaron los cadáveres de otros dos en proceso de descomposición.

Ante esta situación, se acordó como medida cautelar el rescate de todos los animales que fueron retirados por personal de la Delegación Provincial del Servicio de Conservación de la Naturaleza de la Xunta de Galicia y entregados en el Centro de Acogida y Protección (CAAN) de la Diputación Provincial de Pontevedra.

El propietario y responsable de los animales, que fue detenido por un supuesto delito continuado de maltrato animal, quedó en libertad con la obligación de comparecer, cuando sea citado, ante el Juzgado de Instrucción de guardia de Redondela, donde se entregaron las diligencias instruidas.