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Prisión para el padre que metió a su hijo en una maleta para cruzar la frontera

Abou O., un costamarfileño de 42 años, pagó a una marroquí de 19 años para que introdujera al niño, de 8 años en Ceuta. La Guardia Civil lo descubrió con un escáner

El niño, dentro de la maleta tras ser descubierto. GUARDIA CIVIL

EFE

CEUTA.- La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta ha decretado prisión provisional para el padre del niño de 8 años que ayer iba a ser introducido en Ceuta en el interior de una maleta que portaba una marroquí, que también ha ingresado en la cárcel. Están acusados de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Sobre la situación del menor, la juez no ha adoptado medidas definitivas y ha sido entregado al Área de Menores de Ceuta para que sea tutelado por el Gobierno ceutí. Tras la toma de declaración ante el juez de esta mañana, se siguen practicando diligencias para investigar los hechos.

"Pensé que mi hijo ya había logrado entrar". Estas fueron las primeras palabras que Abou O., un costamarfileño de 42 años, pronunciaba a la Guardia Civil de Ceuta cuando era detenido por haber intentado introducir a su hijo en España escondido dentro de una maleta.

La historia se produjo ayer en la frontera que separa Ceuta de Marruecos cuando el niño era localizado en el interior de una maleta que llevaba una marroquí, a la que presuntamente había pagado el padre del menor para que lo cruzara por la aduana.

La actitud nerviosa de la joven, una marroquí de 19 años identificada como F.E.Y. y residente en la población de Castillejos (distante dos kilómetros de la frontera ceutí), dio origen a la intervención de los agentes que comprobaron que la joven se había quedado parada unos momentos antes de llegar al control policial.

"Titubeaba mucho y parecía que no quería pasar con la maleta", nos ha comentado a Efe un portavoz del instituto armado a la hora de explicar la intervención producida a plena luz del día, unos momentos antes de las doce de la mañana.

Esta situación levantó las sospechas de los agentes que hicieron a la joven pasar su maleta por el escáner, lo que dio como resultado la localización de un niño de 8 años que se escondía en el equipaje que carecía de respiraderos y donde su integridad podía correr peligro debido a la falta de espacio.

Inmediatamente, la joven fue arrestada y el niño atendido por la Cruz Roja Española, que certificó que estaba en buenas condiciones. "Al principio pensábamos que se podía tratar de bultos de droga pero poco a poco comprobamos que era un cuerpo humano", nos ha afirmado a Efe un integrante de la Guardia Civil sobre esta inusual intervención en la frontera.

Sin embargo, la historia no quedó ahí ya que una hora y media después su padre, Abou O., cruzaba la frontera a pie y ante las preguntas y la insistencia de los agentes -al tener el mismo nombre que el niño detenido momentos antes- acababa reconociendo que era su padre.

Abou O. había conseguido permiso de residencia en España en el año 2013, vivía en Las Palmas de Gran Canaria y presuntamente había viajado hasta su país para regresar a España con su hijo. Previamente, alcanzó un acuerdo con la marroquí para que le cruzara la aduana en la maleta, al menos así lo estima la Guardia Civil por las primeras declaraciones.

La Guardia Civil ha señalado que, a diario, cruzan la frontera más de 20.000 personas, por lo que, en estos casos, la intuición y experiencia de los agentes suele ser un factor "fundamental" para la detección de personas que intentan aprovechar esta acumulación de viajeros para realizar actividades ilícitas.

Estas actividades suelen estar relacionadas con el tráfico de hachís, de tabaco e incluso en algunas ocasiones de animales pero no de personas.

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