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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia "Es vital que las chicas tengan referentes de científicas para sentirse identificadas"

Durante toda la semana se han realizado diferentes eventos que tienen como objetivo visibilizar a mujeres científicas en todos los ámbitos y romper con la idea de que la ciencia no es cosa de mujeres.

Investigadoras en un laboratorio del CNIO.

¿Quién fue Lisa Meitner? ¿Por qué a Rosalind Franklin no se la reconoció como descubridora de la estructura del ADN? ¿Por qué apenas hemos estudiado a mujeres científicas en el colegio y en el instituto? Este tipo de preguntas son cada vez más frecuentes en el mundo de la investigación y la divulgación científica. En España, nombres como los de Margarita Salas, Ángeles Alvariño o María Blasco se están empezando a visibilizar ahora.

Este 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día que precisamente pretende poner el foco en las contribuciones que durante siglos han hecho miles de mujeres en distintos campos de la ciencia.

El fin de proclamar este día era “lograr el acceso en la ciencia para las mujeres y las niñas, así como lograr la igualdad de género en esta materia”

En la resolución de diciembre de 2015, la ONU señaló que el fin de proclamar este día era “lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, así como lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en esta materia”. Porque los datos muestran que las mujeres que quieren dedicarse a la ciencia se encuentran todavía con muchas barreras. De hecho, según un estudio aportado por la ONU en esta resolución, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes hombres es del 37%, 18% y 6%.

“Aunque las leyes dicen que mujeres y hombres somos iguales y tenemos las mismas oportunidades, la vida real es muy distinta, y la ciencia es uno de los campos donde esto se hace más patente”, explica a Público Leni Bascones, física teórica de la materia condensada y una de las coordinadoras de la Inciativa 11 de febrero. Bascones, junto con otras 10 compañeras han impulsado durante la semana del 11 de febrero actividades, charlas y eventos sobre este tema en toda España. Este 2018 es la segunda edición, pero han conseguido que se realicen en torno a 800 actividades en colegios, institutos, radios, centros culturales, etc.

El objetivo es llenar las agendas de actividades para conmemorar este día. Por ejemplo, La casa encendida ha acogido el evento ‘Sin límites’ donde seis científicas de diferentes disciplinas explicaban su trabajo y reflexionaban sobre su posición como mujer en la ciencia.

La importancia de referentes femeninos en las niñas

Muchas de las actividades que se realizan esta semana están dirigidas a niñas y adolescentes con el objetivo de acercarles la ciencia y romper con el estereotipo, social e individual, de que la ciencia no es cosa de mujeres. En esta tarea, mostrar el ejemplo de mujeres que se han dedicado a la ciencia es crucial. “Es importante que las chicas tengan referentes de mujeres científicas en los que fijarse para que se sientan identificadas y puedan elegir así ser científicas”, comenta Leni.

La pregunta es: ¿Por qué las mujeres no quieren estudiar ciencia? Sumado a la falta de referentes, los estereotipos y prejuicios también desempeñan un papel fundamental. Según explicó la física Beatriz Sevilla en el evento de La Casa Encendida, influyen factores como las expectativas sociales que hay de las mujeres. “Los padres muchas veces también tienen ese sesgo y no alientan de la misma forma a su hijo que a su hija a la hora de dedicarse a la ciencia”, afirmó.

La 'amenaza del estereotipo' es el mantra social que asegura que a las mujeres se les da peor la ciencia influye en las niñas

Para Sevilla, otro de los motivos es la conocida como ‘amenaza del estereotipo’: el mantra social que asegura que a las mujeres se les da peor la ciencia influye en la niña. En este sentido, un estudio publicado en 2017 revelaba que las niñas empezaban a notar los estereotipos de género a partir de los seis años. “Tener que intentarlo muy fuerte desmotiva”, afirma Beatriz. Las mujeres se encuentran en clases y laboratorios donde la mayoría son hombres, con profesores hombres y donde se percibe que ellos están mejor valorados que ellas. De hecho, tal y como señaló Sevilla “los profesores de élite contratan a menos mujeres y eso influye a la hora de no tener carreras de élite”.

Por eso, durante esta semana se están realizando charlas como la de ‘Mamá, quiero ser artista y científica’ del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), impulsado por el proyecto CNIO & The City, que tiene como objetivo abrir las puertas de los laboratorios y de la investigación a alumnos y alumnas de los distintos centros de la Comunidad de Madrid.

El evento estaba dirigido a estudiantes de diferentes cursos para que conocieran y pudieran charlar con la directora del CNIO, María Blasco, la científica Margarita Salas, la artista Eva Looch y María Teresa García, presidenta de la Asociación de Profesores “Seminario Permanente de Ciencias Naturales”.

"Empecé mi tesis doctoral en bioquímica. En ese momento no se me consideraba, era invisible"

“Yo empecé mi tesis doctoral en bioquímica con Alberto Sols, que era muy machista. En ese momento no se me consideraba, era invisible. Cuando viajé a Nueva York para trabajar con Severo Ochoa la situación fue mucho mejor, pero al volver a España con mi marido, el científico Eladio Viñuela, tuvimos que separar nuestros trabajos para que yo dejara de ser considerada la mujer de”, contó Margarita Salas, introductora de la biología molecular en España.

“Tuve la suerte de que mis mentoras fueran mujeres. Eso me dio seguridad y confianza a la hora de trabajar y de desarrollar mi carrera de investigación”, contó María Blasco a las alumnas y alumnos asistentes. Blasco también denunció la ausencia de mujeres en los puestos directivos. “Los números son claros: alrededor de un 18% de mujeres dirigen centros de investigación. Somos raras. Además, en el mundo del poder las mujeres no tenemos experiencia. Es un mundo que tiene que cambiar y para ello tiene que haber más mujeres para que lo hagan posible”, concluyó.

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