MADRIOD.- Alrededor de doscientos viajeros mexicanos se encuentran retenidos en el Aeropuerto de Barajas desde hace más de quince días a la espera de que se libere alguna plaza en los vuelos de Aeroméxico. Un grupo de estos viajeros ha acudido a su embajada en Madrid en busca de una solución para poder regresar a casa. Los afectados reclaman que la aerlínea mexicana flete un avión para que puedan volar al país azteca.

Los afectados, según han relatado, son familiares y amigos de los empleados de Aeroméxico. La aerlínea, como otras del sector,  tiene un tipo de billetes que suministra a sus empleados y que se llaman "boletos sujetos a espacio", lo que significa que esos viajeros tienen que esperar a que haya disponibilidad de un vuelo. Pero en estas fechas apenas hay asientos disponibles.

Este tipo de vuelos, según ha explicado una afectada que lleva una semana en el aeropuerto, funcionan con una lista de llegadas en la que la gente se apunta y se va siguiendo un orden. "A la venida funcionó bien, pero en estos momentos la lista es totalmente aleatoria", ha denunciado.
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Los viajeros se preguntan cuánto tienen que esperar para que les den una solución y advierten de que no les vale que les digan que este problema se produce cada año en esta temporada.

"Yo tengo el billete a través de un amigo y me dijo que podía tardar unos días en volar, pero que en el momento que hubiera un sitio volaría, pero no sabía que se iba a convertir en una película tipo Alex de la Iglesia", denuncia esta afectada. 

Otro joven, que lleva también una semana en el aeropuerto, también ha denunciado la "arbitrariedad" de la lista de apuntados: "Un día estaba en el puesto 50 y otro en el 70, y no hay ninguna explicación. Nos están tratando mal, pero al menos nos estamos apoyando". "Lo más fácil que podría hacer la compañía es fletar un avión porque somos 183 personas en lista de espera. Sería lo mejor para quitarse ellos el problema, porque nosotros tenemos billetes, no es que no los tengamos", comentaba.

Un tercer afectado, que ha asegurado que la última persona que viajó estando en la lista de espera lo hizo el sábado, se lamentaba de no poder salir del aeropuerto porque le costaba muy caro ir al centro de Madrid: "La noche en el hostal, la comida... Eso no puedo porque tengo los recursos limitados; por eso, adquirimos los billetes", ha relatado.

"Una, dos, tres noches en el aeropuerto...: es lo que me dijeron que iba a esperar, pero esto...", insistía este mexicano, al que escuchaba de cerca otro compatriota que también lleva una semana en Barajas "sin información". "No nos hacen caso y hay personas de la lista que han subido tres veces al avión, pero los bajan cuando llega a última hora gente que compra billetes a 5.000 euros", ha denunciado.

Los viajeros aseguran que una supervisora les ha contado que estos problemas se producen desde hace quince años, y por eso dicen no entender cómo no se ha resuelto ya esta situación.

La OCU alerta del "desamparo" de los viajeros

Estas personas al parecer han comprado fuera de los canales de venta al público pasajes a empleados de Areoméxico, conocidos como "billetes staff", que son, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para "uso exclusivo del personal de la aerolínea o familiares y sujetos a disponibilidad de plaza". La OCU alerta, en un comunicado, sobre los riesgos de los billetes staff y se refiere a "la situación de desamparo" en la que dice se encuentran varias decenas de mexicanos y algunos españoles en Barajas.

Viajeros mexicanos permanecen en el aeropuerto madrileño de Barajas, algunos desde hace más de quince días, a la espera de que se libere alguna plaza en los vuelos de Aeroméxico. EFE/Mariscal

La organización aclara que si las personas afectadas han comprado un billete de este tipo a nivel particular, se trata de un acuerdo privado y, en este caso, "no tendrían derecho a reclamar las indemnizaciones y soluciones habituales por parte de la aerolínea".

OCU reconoce que en esta circunstancia sólo les queda buscar una solución negociada con la compañía y esperar que haya un vuelo con asientos vacíos disponibles para poder volar a su destino, y reclama a las compañías aéreas que controlen o limiten el uso de este tipo de billetes Este episodio se repite cada año por la alta demanda que existe de este tipo de billetes, que son vendidos a un precio muy inferior del habitual.