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La electricidad con renovables creció en 2016 pese al 'frenazo' del PP

Las buenas condiciones meteorológicas permitieron aumentar un 25% la producción de energía hidráulica y reducir casi un 30% la de carbón, la más contaminante.

La eólica es la segunda fuente de producción eléctrica en nuestro país. EFE

MADRID. -Pese a que España es uno de los pocos países de la Unión Europea que ha aumentado sus emisiones contaminantes, al menos en 2016 nuestro país sí consiguió generar electricidad más limpia. Según un avance publicado por Red Eléctrica al cierre del año pasado (aún con datos provisionales), la producción de carbón –la fuente que más dióxido de carbono emite a la atmósfera- se redujo casi un 30% con respecto a un año antes, mientras que la energía proveniente de fuentes renovables, como la hidráulica, se disparó un 25%.

La buena noticia es que el sector eléctrico -uno de los más contaminantes- expulsó a la atmósfera unos 12 millones menos de toneladas de CO2. La mala es que estos resultados no son consecuencia de las políticas energéticas del Gobierno, sino que obedecen, literalmente, a cómo sople el viento. Unas condiciones meteorológicas favorables son la razón principal de que el 41,1% de toda la energía que se produjo en la Península el año pasado fuese de origen renovable. En 2015 ese porcentaje se quedó en el 36,9%.

Aunque el sector de las energías renovables sigue igual de parado que en años anteriores (ninguna fuente limpia ha experimentado un aumento de su potencia instalada en 2016), más lluvia y más viento consiguieron hacerlas rendir más. En concreto, la hidráulica aumentó un 25,1% con respecto a un año antes y la eólica un 1,7%. La solar fotovoltaica, al contrario, disminuyó su producción un 3,2%.

Se reduce la producción de carbón

En 2015 el uso del carbón se había disparado. Las malas condiciones meteorológicas, sumado al descenso de los precios, hizo que se incrementara un 23,4% de un año a otro. De hecho, el carbón fue la segunda fuente de energía más utilizada para producir energía ese año, cubriendo ella sola el 20,3% de toda la demanda. Derivado de ello, se prevé que las emisiones en nuestro país hayan aumentado en 2015 entre un 3,5 y un 4% porque el carbón es, de lejos, la fuente que más CO2 emite a la atmósfera y, por tanto, una de las que más contribuyen al cambio climático.

En 2016, en cambio, el carbón ha pasado a ocupar el cuarto lugar en la demanda eléctrica, suponiendo el 13,7% del total. Por delante de ella están, en primera posición la nuclear (un 22%), seguido de la eólica (un 18,2%) y la hidráulica (un 14,1%). Red Eléctrica atribuye este descenso al cierre de varias centrales de carbón.

Pese a las consecuencias directas para el clima de la quema de carbón, el nuevo ministro de Energía, Álvaro Nadal, ya descartó, pocas semanas después de estrenar el cargo, que el Gobierno contemple aprobar una ley para un calendario de cierre de las centrales térmicas españolas: “Será el propio mercado el que vaya demandando menos carbón”, justificó.

En Europa, Portugal, Austria, Reino Unido y Finlandia han definido ya un calendario de cierre para el carbón que oscilará entre 2025 y 2030. Por su parte, Bélgica, Chipre, Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Malta forman parte de la lista de países que ya no usan este combustible fósil.

Se importó más electricidad de la que se exportó

El año pasado además, y por primera vez desde 2003, España importó más electricidad de la que exportó. Concretamente, un 2,9% de la demanda eléctrica tuvo que ser cubierta con las importaciones, ya que la generación eléctrica descendió un 0,9% respecto a 2015, principalmente por el cierre de varias centrales térmicas.

2016 dejó otro dato curioso. Por primera vez el máximo de potencia instantánea se produjo durante el verano (el 6 de septiembre), cuando normalmente este pico se produce entre los meses de enero o febrero.

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