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Frances Haugen, la 'garganta profunda' de Facebook: "Perjudica a los niños y debilita la democracia"

La mujer que ha revelado el lado más oscuro de Facebook acude a la Eurocámara para denunciar que la mala praxis de la compañía liderada por Mark Zuckerberg escoge cada día "rentabilidad sobre seguridad" para sus millones de usuarios.

La denunciante de Facebook Frances Haugen, en el Parlamento Europeo.
La denunciante de Facebook Frances Haugen, en el Parlamento Europeo. Stephanie Lecocq (EFE)

"Pensaba que Facebook que tenía la posibilidad de sacar lo mejor de nosotros. Pero hoy estoy aquí porque veo que perjudica a los niños, incrementa la polarización y debilita la democracia", ha denunciado este lunes desde el corazón de la UE Frances Haugen, la mujer que ha puesto en jaque al conglomerado que domina Mark Zuckerberg tras filtrar miles de documentos internos.

Las redes sociales han tenido un efecto catalizador en la nueva concepción del mundo. Desde las primaveras árabes hasta la elección del expresidente Donald Trump o el Brexit, los grandes eventos sociales que mueven masas ya no pueden explicarse sin plataformas como Facebook. Pero las intenciones de estas redes capaces de levantar revoluciones y alterar las emociones de miles de millones de personas en el planeta no siempre son benévolas. De hecho, más bien lo contrario.

Esa es la gran premisa de la que parte Frances Haugen, el gran símbolo contra el imperio construido por Mark Zuckerberg, al que acusa de ser el responsable de inflamar la polarización y división social actual. Las fake news siempre han existido, pero las nuevas tecnologías han multiplicado su alcance difundiendo una desinformación que ha creado brechas entre familiares, amigos y sociedades. La acumulación de datos personales y la creación de algoritmos personificados ha alimentado a un monstruo que "genera odio en sí mismo" sobre todo en los sectores "más vulnerables".

"Facebook sabe cómo cambiar su sistema. Pero elige no hacerlo porque eso significaría menos consumo, menos crecimiento, menos anuncios y menos dinero", ha denunciado Haugen, afirmando que se ha convertido en la firma de los mil millones de euros a costa de "nuestra seguridad y la de nuestros hijos".

La ingeniera de datos, experta en algoritmos, saltó a la fama global hace unas semanas cuando habló pública y abiertamente sobre el modus operandi de la compañía: aumentar sus ganancias y crecimiento económico a expensas del impacto negativo sobre el bienestar de millones de personas en todo el planeta y sobre los principios democráticos. "Sus revelaciones son altamente preocupantes. Se trata de un ataque potencial a los derechos fundamentales de los usuarios. Es la primera vez que nos enfrentamos a esta situación. Los algoritmos explotan la salud mental de los adolescentes por razones no solo comerciales, sino políticas", ha reconocido en el debate Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista.

Aun consciente de que este paso para exponer a este gigante puede "destruirla", Haugen ha detallado el funcionamiento de la red: en la jerarquización de temas, los más extremos son los que reciben más atención, como ocurre con publicidad, y por lo tanto también son los más lucrativos. Es más barato vender sobre odio que sobre empatía. Y por ello los mensajes más radicales se difunden con mucho más alcance. Durante la pandemia de la covid-19, el 4% de la población recibió el 80% de toda la desinformación sobre el virus.

Meta-crisis de imagen

La intervención de la norteamericana coincide con nuevas revelaciones sobre el mundo oscuro del gigante tecnológico. El diario The Wall Street Journal ha publicado una serie de entregas que pone de manifiesto la parte oscura de este macro-imperio. La primera ponía en evidencia que hay usuarios vips a los que se trata con más tolerancia, incluso cuando difunden contenido violento. La segunda revelaba que Facebook tenía un conocimiento completo sobre la toxicidad e impacto de Instagram –de su propiedad- en la autoestima de sus usuarios, especialmente de chicas jóvenes. "Se sienten adictas y saben que lo que ven les hace mal, pero se sienten incapaces de parar", reza uno de los escritos internos. En medio de este escándalo de prestigio, Facebook se ha rebautizado en Meta para lavar su imagen.

La última filtración, publicada hace unas horas, destapa la plena consciencia de la compañía sobre el efecto nocivo que sus productos tienen para la salud mental de las personas. Uno de cada ocho usuarios, alrededor de 360 millones de personas, reconoce que la red social afecta de forma negativa a sus relaciones personales, a su estado de sueño o su dependencia tecnológica. Unos síntomas que la compañía achaca a un mal uso de la plataforma.

Para la ingeniera es crucial reducir el tamaño de las plataformas, que se han convertido en una suerte de poder con enorme influencia. Acusa a Facebook de "mentir siempre que le resulta útil" y advierte del peligro que supondrá "llenar casas y oficinas con sensores de una empresa que no es transparente". "Los algoritmos de estas plataformas muestran que el espacio público se convierte en propiedad privada y eso plantea un problema para las democracias", ha asegurado Raphael Glucksmann, socialdemócrata francés.

Hacia la primera legislación para frenar a los gigantes tecnológicos

Haugen suma en Bruselas otra parada a la gira europea que le ha llevado por otras capitales como Londres, Berlín o París para denunciar las prácticas abusivas de los algoritmos y pedir regulaciones más fuertes. La UE prepara en estos momentos la Ley de Servicios Digitales para poner coto a la selva jurídica en la que operan los gigantes tecnológicos y facilitar que rindan cuentas cuando ejerzan prácticas abusivas. Hasta la fecha, Bruselas solo ha obtenido una concesión voluntaria de las compañías para eliminar contenido de odio de forma más rápida.

La UE es pionera en esta regulación sobre el mundo digital que podría ver la luz el próximo año. El proyecto de ley sobre la mesa busca obligar a gigantes tecnológicos como Facebook -que cuentan con 250 millones de usuarios en la Unión Europea- a ser transparentes y compartir datos con las autoridades para proteger los derechos fundamentales. La informadora la ve con buenos ojos y espera que sea una llamada "de inspiración" para otros países del mundo, como el suyo propio: Estados Unidos, que es más reacio a dar este paso que podría imponer multas millonarias a algunas de sus compañías más ricas.

"Facebook escoge cada día escoge rentabilidad sobre seguridad. Si sigue actuando en la oscuridad, aumentarán las tragedias. Hay mucho en juego. Estamos ante la única oportunidad de esta generación para establecer nuevas normas en el mundo online. Unas redes sociales más seguras son posibles", ha concluido la denunciante.

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