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La Gran Vía se convertirá en una plataforma única con bolardos para restricciones flexibles del tráfico 

El Ayuntamiento descarta peatonalizar de forma permanente la artería madrileña. El tráfico en la misma se redujo un 43% durante los días de cierre por las fiestas navideñas.

Vista de la Gran Vía durante los cortes de tráfico con motivo de las fiestas navideñas. /J. Y.

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MADRID.- El Ayuntamiento de Madrid ha informado este miércoles de que durante los 28 días que duró el dispositivo especial de restricción del tráfico, éste se redujo en un 43% en la Gran Vía, un 20% en la Cuesta de San Vicente (aunque en días como el 5 y el 12 de diciembre se llegó hasta un 47% menos de vehículos), un 25% en Princesa, un 12% en el Paseo del Prado y un 13% en Recoletos.

El Gobierno municipal, pese a reconocer que hubo complicaciones en los primeros momentos, ha calificado de "muy positiva" la medida puesta en marcha y ha avanzado las próximas actuaciones para hacer una calle "más amable, cercana, más abierta, que esté a la altura del Madrid del siglo XXI". La principal, es la de iniciar las obras pertinentes para que la Gran Vía se convierta una plataforma única con un pavimento a la misma cota para facilitar la ampliación del espacio destinado al tránsito peatonal, con elementos móviles (bolardos) o señales lumínicas para abrir más carriles o cerrarlos en función de las necesidades de cada momento.

Así lo ha avanzado este miércoles en rueda de prensa el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, que ha destacado que este sistema permitirá que las actuaciones en la Gran Vía ganen en flexibilidad. Así pues, el Consistorio descarta llevar a cabo una peatonalización completa y definitiva de la artería que cruza de oeste a este el centro de la capital de España.

El Ayuntamiento está estudiando distintas alternativas con la EMT para facilitar un desplazamiento "más ágil y rápido" por Gran Vía en transporte público. Entre ellas, se plantea la opción de crear un bus lanzadera que recorra la Gran Vía de un lado a otro, de mera que se pueda desviar de esta calle las actuales líneas que transitan por ella. Calvo ha remarcado que el proyecto para Gran Vía está integrado en la gran Área de Prioridad Residencial (APR) de Centro que prevé implementar hasta 2019 y que lo que se está estudiando ahora es su modelo y grado de flexibilidad.

Calvo ha concretado que está previsto tener el proyecto de plataforma única "a lo largo de este ejercicio", lo que supone redactar, licitar y ejecutar una obra que ha calificado de "relativamente sencilla".

No habrá consulta ciudadana

En cuanto a la consulta ciudadana avanzada por la alcaldesa, Manuela Carmena, el delegado ha expuesto que lo que plantea es tener en cuenta la experiencia de este mes y medio pasado pero no para validar la futura actuación en Gran Vía mediante una consulta de sí o no sino que se adentre en el ajuste de algunos aspectos del proyecto. "A lo largo de este ejercicio deberían estar resueltos todos estos asuntos", ha concretado.

Calvo: "La propuesta de túnel quedó descartada desde el minuto cero. Es una de las ocurrencias de la señora Aguirre"

La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha informado en la misma rueda de prensa que se está dialogando con sectores como el del taxi, el comercio o el transporte de carga y descarga con la APR de Centro como telón de fondo.

Lo que han descartado de raíz los responsables municipales es la construcción de un túnel para soterrar el tráfico en la Gran Vía, como ha propuesto Esperanza Aguirre. "Nosotros apostamos por reducir el tráfico, no por desviarlo. La propuesta de túnel quedó descartada desde el minuto cero. Es una de las ocurrencias de la señora Aguirre, que tendrá que explicar", ha sostenido Calvo.

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