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Violencia machista Un hombre acusado de echar ácido a varias mujeres, detenido en Málaga después de una persecución de 48 horas

El detenido tenía una orden de alejamiento de una mujer y ha provocado quemaduras muy profundas en el 45% del cuerpo de una expareja. La Guardia Civil ha detenido también a cinco personas que facilitaron el ocultamiento y la huida del atacante.

Agentes de la Policía Nacional.
Agentes de la Policía Nacional. EFE

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La larga y tensa huida del hombre de 26 años con numerosos antecedentes que supuestamente arrojó ácido a dos mujeres, entre ellas su exnovia, en Cártama (Málaga) ha acabado este viernes con el éxito de las fuerzas de seguridad de la provincia malagueña, a las que tenía en jaque con una intensa búsqueda desde que cometiera su impactante ataque y que han logrado finalmente detenerlo.

El fugitivo ha protagonizado dos persecuciones de película en 48 horas, la última –iniciada esta noche de viernes– al ser localizado mientras circulaba en motocicleta entre las localidades malagueñas de Mijas y Coín. En su intento de huida golpeó uno de los vehículos de la Guardia Civil que lo seguía y contó con la ayuda de una persona que lo acompañaba con otra motocicleta de similares características para intentar despistar a los agentes que lo buscaban.

Cuando era cercado por los agentes sufrió una caída del vehículo, tras lo que se escapó a pie y se habría llegado a refugiar en una vivienda, según apuntan a Efe fuentes cercanas a la investigación.

El Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil lo ha capturado en la zona de Entrerríos, situada a unos 8 kilómetros del cementerio musulmán de Mijas, donde el pasado miércoles se le perdió la pista tras una primera persecución en la que llegó a abandonar su coche y seguir también a pie.

Un helicóptero ha participado en el dispositivo de este viernes, en el que se habrían empleado cámaras térmicas para dar con él y arrestarlo. El coche que usó en su primera huida fue analizado por los guardias civiles en el cuartel de Mijas, donde en la madrugada de este sábado –con posterioridad a la detención– también han sido trasladados por sendas grúas dos motocicletas y otro coche de color blanco que presentaba un golpe en su parte delantera, según ha podido comprobar Efe, sin que hayan trascendido detalles al respecto.

La espectacular persecución del pasado miércoles por la noche transcurrió a lo largo de unos 50 kilómetros en los que circuló a unos 200 kilómetros por hora y se saltó un control policial por el arcén de la autovía hasta que optó por abandonar su vehículo.

La Guardia Civil, encargada de la investigación, puso en marcha un complejo dispositivo en el que, junto al Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de distintos municipios de la provincia, se ha trabajado para lograr arrestar al sospechoso de la agresión cometida el pasado martes con las jóvenes -Sandra y Cristina-.

El operativo ha supuesto un importante despliegue de medios tanto humanos como materiales. El detenido, de origen melillense, tenía una orden de alejamiento de otra mujer entre un amplio historial y la acción cometida con el ácido mantiene a su expareja Sandra, de 26 años, en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, con quemaduras muy profundas en el 45 por ciento de su cuerpo.

La amiga que la acompañaba a ella, Cristina, permanece grave con quemaduras en el 25% de su superficie corporal en el Hospital Regional de Málaga.

Cinco personas detenidas por ayudar al atacante

La Guardia Civil ha detenido a cinco personas del entorno familiar y del grupo de delincuentes al que pertenecía el presunto atacante. La investigación para dar con el paradero del presunto autor de la agresión, conocido como el Melillero, se ha centrado en el control de su círculo más cercano, tanto familiar como criminal, según ha informado la Guardia Civil.

La investigación ha exigido la coordinación de un amplio dispositivo de la Guardia Civil por el número de colaboradores del detenido y por la infraestructura que debían controlar en el que han participado más de 200 agentes, con la ayuda de la Policía Nacional y Local.

Un grupo de guardias civiles detuvieron al resto de personas que habían facilitado el ocultamiento y la huida del supuesto agresor. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.

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