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Intersexuales "No sé si al nacer tenía vagina o si es una reconstrucción"

Muchos menores intersexuales son sometidos a cirugías en sus órganos genitales en los primeros años de vida, derivando en problemas físicos y de identidad. Aminstía Internacional pide acabar con estas intervenciones.

Stephanie Stine (arriba) y Ditte (abajo), son activistas intersexuales en Dinamarca. A la derecha, la bandera que simboliza a este movimiento. AI

"Cuando tenía cinco años me operaron para extirparme los testículos. No sé si al nacer tenía una vagina o si es una reconstrucción. Visité a un ginecólogo en 2014; hay un montón de cicatrices".

Sandrao es intersexual. Nació con una variación orgánica que hace que su código genético, sus genitales y sus órganos reproductores no se correspondan sexualmente. Es lo que en medicina se denomina un trastorno del desarrollo sexual, presente en aproximadamente el 1,7% de la población mundial, pese al ocultismo en el que se ha tratado de mantener.

"Yo sabía que era diferente. Creía que era algún tipo de monstruo. Era incapaz de desarrollar una identidad de género y fui educado en un rol femenino. Tenía que vestir con faldas o llevar el pelo largo. Me dolía tener sexo con los hombres, pero pensaba que era normal", señala.

Como muchos otros, Sandrao no supo de su intersexualidad hasta años después. Sus padres, aconsejados por los médicos, decidieron someterle a una cirugía cuando aún era menor y nunca más volvieron a hablar de aquello. Al igual que a H., de 38 años, a quien su madre le contó que de pequeño habían tenido que operarle porque no podía hacer pis de forma erguida.

Son parte de los procesos de "normalización" a los que muchas veces son sometidos estos menores al nacer. Una investigación de Amnistía Internacional publicada este miércoles denuncia estas intervenciones quirúrgicas “no urgentes, invasivas e irreversibles”, pide aplazar las operaciones hasta que sea la persona la que pueda decidir sobre su cuerpo, y reivindica un asesoramiento psicológico tanto para las familias como para los menores.

"Nos referimos a incisiones realizadas en tejidos sensibles, con consecuencias para toda la vida, basadas únicamente en estereotipos sobre el aspecto que debe tener un niño o una niña. La cuestión es a quién beneficia esta práctica, porque nuestro informe muestra que para las personas sometidas a ella ha sido una experiencia trágica", señala Laura Carter, investigadora de orientación sexual e identidad de género.

Aunque las operaciones de menores intersexuales se producen en muchos países, también en España, la organización ha centrado su investigación en Dinamarca y Alemania, donde los movimientos para reivindicar sus derechos están muy avanzados. En Alemania, incluso, una ley vigente desde 2013 permite que en los certificados de nacimiento no figure el sexo de los recién nacidos, dejando la puerta abierta a que sea la persona quien lo elija en el futuro, en función de su sentir personal, y no de los genitales con los que haya nacido.

Existen multitud de variaciones de intersexualidad. En la 46 XX, por ejemplo, la persona tiene los cromosomas de una mujer, los ovarios de una mujer, pero los genitales externos con apariencia masculina. En la 46 XY, por el contrario, la persona tiene los cromosomas de un hombre, pero con genitales externos ambiguos, poco desarrollados o con apariencia femenina. Otros, los que comúnmente se han conocido como hermafroditas, tienen ovarios y testículos a la vez; y hay casos más complejos con distintas combinaciones de cromosomas.Por eso, determinar el sexo de una persona no siempre es fácil.

"Cuando tenía cinco años me operaron para quitarme los testículos"

Amnistía asegura que en su investigación, en la que ha entrevistado a 16 personas intersexuales, a 8 madres y padres y a varios médicos y especialistas, se ha topado con casos en los que se había ocultado el agrandamiento del clítoris, vaginoplastias a menores para crear o agrandar el orificio vaginal, extirpación de las gónadas, o reparaciones quirúrgicas de hipospadias para llevar la uretra al extremo del pene y darle todo el sentido funcional y estético.

Las operaciones son polémicas. Al margen de que a veces son necesarias desde el punto de vista médico para asegurar la supervivencia de los menores (según los casos existe riesgo de desarrollar tumores), otras veces se hace pensando que la operación les ayudará adaptarse a la sociedad. Aunque es España no existe una asociación de intersexuales como tal, los diferentes movimientos que existen no tienen una posición clara a este respecto. 

Se estima que el 1,7% de la población es intersexual

En España es obligatorio inscribir el sexo de un recién nacido en las primeras 72 horas, lo que supone una presión para padres y médicos. Sólo la Comunidad de Madrid ha incluido, dentro de su Normativa de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social, la prohibición de aplicar una cirugía externa a los bebés por motivos que no tengan que ver con un riesgo para la salud, aunque no establece sanciones.

La ONU y el Consejo de Europa para los Derechos Humanos, por su parte, han pedido acabar con las cirugías no necesarias al considerar que pueden tener “consecuencias negativas de por vida como la esterilización o la pérdida de sensación sexual”.

La ONU y el Consejo de Europa piden acabar con las cirugías a menores

"Mi mayor problema es que he olvidado por completo mis primeros 11 años de vida, y estoy tratando de averiguar qué me pasó. Hace tan solo dos años que descubrí lo que me ocurrió. Durante los 34 años anteriores, fui una persona infeliz”, reconoce Sandrao.

"Cuando pienso en lo que pasó, me enfado, porque nadie tendría que haber decidido por mí; se podría haber esperado. Me entristece pensar que se considera necesario operar a estos menores de edad sólo porque otra gente cree que eso es lo que debe hacerse", sentencia H.

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