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Leki, Morena Mía y otros casos de perros recuperados del maltrato

Concienciación, rescate y acción son las consignas que la protectora el Refugio lleva defendiendo desde que comenzó su labor en 1996. Nacho Paunero, presidente de este centro, recuerda recuerda casos de animales salvados tras sufrir maltratos y abandonos.

Nacho Paunero, de El Refugio, junto con Blinder y Pisper.

MARÍA SERRANO 

@marserranov

SEVILLA-. La protectora de animales El Refugio ha cumplido en 2016 dos décadas de acciones salvando animales indefensos y dignificando sus vidas. Nacho Paunero, activista y presidente de este centro, recuerda a Público que la labor de este espacio animalista ha sido siempre “salvar y proteger la vida de miles de perros y gatos abandonados y maltratados".

"Veinte años haciendo campañas para concienciar a los españoles sobre la necesidad de respetar y amar a los animales, defender sus derechos y perseguir a sus maltratadores para que puedan ser juzgados y condenados por sus delitos”, expone Paunero. Sin ayudas de ningún gobierno y con la sola aportación de los donantes que creen en su labor.

En su vigésimo año de trayectoria han conseguido superar muchos retos. Paunero apunta que uno de los mayores logros ha sido conseguir la aprobación del sacrifico cero en la Comunidad de Madrid. “Han sido muchos años de trabajo que no acaban aquí. Continúa habiendo sacrificio legal de animales abandonados en otras muchas comunidades de España”.

Leki, Morena Mía y Tanita

El trabajo del Refugio se sigue manteniendo, a pesar de los malos tiempos y la crisis, desde que comenzó a funcionar en 1996. Paunero insiste en constituirse como “una organización española completamente independiente que no recibe, ni ha recibido nunca, ningún tipo de subvención por parte de organismos oficiales, ni empresas con ánimo de lucro. Su labor es sostenible exclusivamente gracias a las aportaciones de sus socios, simpatizantes y donantes”. Con el fin de mantener su libertad de acción en todos los casos.

Sin embargo, las cifras no ayudan a mantener el ánimo, ya que 130.000 perros y gatos han sido abandonados en España durante los últimos cinco años. Aunque la sensibilización, por parte de la ciudadanía, sobre la importancia de adoptar animales en vez de comprarlos ha crecido de forma exponencial. Un dato que ayuda a la enorme labor de concienciación y solidaridad de este colectivo animalista.

El reflejo de esta importante lucha se demuestra en las imágenes de casos de recuperación como han sido el de Leki, Morenita Mía o Tanita. Retratos de animales que, en el momento que fueron rescatados, se encontraban en las peores condiciones inimaginables y que, gracias a recibir “la atención veterinaria necesaria y una alimentación adecuada” han podido salir adelante.

Leki nada más llegar a El Refugio y después del trabajo de la asociación.

Leki nada más llegar a El Refugio y después del trabajo de la asociación.

Leki es un perrito, al que rescataron desde el Refugio en Ríogordo (Málaga), en pésimas condiciones de salud. La transformación de Leki en tan solo 45 días fue abismal al recibir cuidados que no había tenido en años. Su caso sigue emocionando en las redes del Refugio, aunque no se ha logrado aún encontrar una familia adoptiva que le haya permitido salir de las instalaciones.

El rescate de Morena Mía se realizó en Utrera (Sevilla), cuando la encontraron en un estado de salud deplorable. Los cuidados, por parte del personal del Refugio, le han permitido mantener su actividad como cualquier otro perro más. Si no se hubiese producido este rescate, Morena Mía habría muerto por las malas condiciones de higiene y salud en las que se encontraba.

Tanita es una perrita de raza Bóxer a la que un vecino de la localidad de Piedras Albas (Cáceres), tenía en una finca. Tras conocer las horribles condiciones en las que este individuo tenía a la perra, El Refugio lo denunció ante el Seprona, quien incautó a la perra llevándola hasta los refugios de la protectora. Hoy se encuentra totalmente recuperada y esperando a que aparezca el adoptante que le permita vivir, después de tanta agonía, en una casa de verdad.

Juicios históricos contra el maltrato animal

No es el único caso que han tenido que poner en conocimiento de la Justicia. El último de ellos ha llegado desde Torremolinos (Málaga), al participar el Refugio en el juicio oral contra Carmen Marín, presidenta de la protectora Parque Animal, para quien la justicia ha pedido 4 años de prisión. Junto a Felipe Barco, encargado de mantenimiento y limpieza de este centro, llegando la pena a 1 año de prisión. Paunero afirma que “se trata del primer procedimiento por maltrato animal contra una protectora”. El juicio se encuentra abierto por un presunto delito de “exterminio, de forma agónica, a miles de perros y gatos abandonados para su lucro personal”.

Este año también participaron en otra causa. “En Cádiz se ha registrado otro caso terrible, en Puerto Real, donde ha sido juzgados el propietario de la perrera de Puerta Real, la directora y uno de los veterinarios por un presunto delito de maltrato animal continuado” aclara Paunero. Los animales que llegaban a esta perrera desde todos los rincones de la provincia gaditana “eran sacrificados con Mioflex, un paralizante muscular que era inyectado indiscriminadamente ocasionando a los perros y gatos recogidos una muerte agónica por asfixia”.

Morena Mía habría muerto por las malas condiciones de higiene y salud.

Morena Mía habría muerto por las malas condiciones de higiene y salud.

Blinder y Pisper, los galgos compañeros e inseparables

A Paunero le gusta quedarse con los casos de animales que han podido salvar como el de  Blinder y Pisper, especialmente emocionante para los trabajadores del Refugio. Estos dos cachorros de galgo fueron abandonados, prácticamente recién nacidos. La hembra Blinder tenía ceguera y Pisper decidió no separarse de ella para defenderla de la complicada situación de abandono que sufrían en la calle.

Paunero narra con emoción que “la casualidad quiso que en su vagar, rondasen una casa en la que, en su día, un grupo de mujeres en apuros, hallaron la ayuda que necesitaban”. Una casa de acogida para mujeres maltratadas situada en una localidad de la Comunidad de Madrid. Con hambre y mucho miedo este grupo de mujeres logró poco a poco ganarse la confianza de los galgos. Incluso construyeron una casa para estos dos perros inseparables. Mientras contactaron con el Refugio para hacerles un seguimiento médico e intentar buscar una verdadera casa de acogida.

La primera exploración en su centro veterinario, permitió administrar a Blinder el tratamiento con el que podría recuperar la visión, y empezaron a difundir el caso para encontrar adoptantes para ellos. La noticia tuvo tal alcance que llegaron peticiones de París, de Italia y otros muchos puntos de España. Finalmente Cristina y Sergio, una pareja en Madrid, fue la que los llevó hasta una casa de acogida junto a sus hijos. Una familia que les ha permitido a Blinder y Pisper conseguir la estabilidad que necesitaban.

El refugio denunció al dueño de Tanita ante el Seprona.

El refugio denunció al dueño de Tanita ante el Seprona.

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