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¿Puede un libro dormir a los niños en cuestión de minutos?

El conejito que quiere dormirse’, de Carl-Johan Forssén Ehrlin, se basa en una serie de técnicas de relajación psicológicas y lingüísticas que tienen como objetivo ayudar a los niños con dificultad para conciliar el sueño.

Una de las ilustraciones del libro de Carl-Johan Forssén Ehrlin. RANDOM HOUSE.

LORENA CALLE ESCRIBANO

MADRID.- Apenas llega a las 30 páginas y se ha convertido en un éxito a nivel mundial. La clave: su poder para dormir a los niños en unos pocos minutos. Se trata de ‘El conejito que quiere dormirse’, del autor sueco Carl-Johan Forssén Ehrlin, un cuento infantil creado con el objetivo de ayudar a los niños con dificultad para conciliar el sueño.

El libro, que surgió como un proyecto independiente, ha sido traducido a siete idiomas, ha
vendido los derechos de reproducción en 20 países
y ha logrado un éxito innegable en lo que a ventas se refiere: en solo una semana, la historia del conejo Carlitos alcanzó los 29.000 ejemplares vendidos en Estados Unidos, lleva semanas entre los 100 bestseller infantiles en Reino Unido y, a día de hoy, ocupa la tercera posición entre los más vendidos de Amazon en España.

Pero, ¿realmente funciona el popular libro ‘somnífero’? Su éxito en ventas parece indicar que sí. Sin embargo, su autor, un científico conductual licenciado en psicología, reconoce que no existe ningún estudio que avale la efectividad y los resultados del cuento infantil.

Las opiniones de los lectores que lo han probado con los más pequeños se dividen entre quienes califican el libro de milagroso y aquellos que niegan que el cuento tenga ningún tipo de efecto, al menos, con sus hijos.

Así, ante opiniones como: “Absolutamente genial, los niños no aguantan despiertos hasta la segunda página”, son muchos los lectores que cuestionan la eficacia del libro y apuntan a que debe existir una predisposición del niño a quedarse dormido para que el resultado sea positivo: “Aparentemente funciona con muchos niños, pero si tu hijo no está predispuesto a dormirse, dudo que vaya a funcionar”, opina uno de los usuarios de Amazon. “No funciona con mi hijo de 14 meses, ni con mi hijo de 9 años. Funciona más o menos con mi hija, pero creo que es porque ella quiere”, comenta otro lector en este sentido.

Esta disposición previa queda señalada, de hecho, en las instrucciones para el lector que el libro recoge antes de comenzar la historia: “Para que los resultados sean óptimos es mejor que el niño esté un poco cansado”, y añade que, en ocasiones, es necesario leer el cuento más de una vez para llegar al estado de relajación adecuado.

Carl-Johan Forssén Ehrlin, autor del libro 'El conejito que quiere dormirse'.

En esta línea, el autor reconoce que la historia y sus técnicas relajantes no lo son todo, y existen ciertos factores, como la personalidad del niño, que influyen en la efectividad del método: “De la misma forma que los adultos somos únicos y diferentes, también lo son los niños y, por tanto, el resultado del cuento variará de uno a otro”.

Por otra parte, son muchos los lectores que han descrito el efecto causado por el libro como “hipnótico”. Un efecto positivo para algunos padres que genera cierta desconfianza en otros: “Me ha parecido un poco extraño, como si casi trataras de hipnotizar a tu hijo al seguir las instrucciones”, “Me sentí algo culpable, porque parecía que estuviese intentando hiponizarle” o “he intentado leerselo varias veces a mi hija de 3 años y no me deja, es como si tuviera un efecto hipnotizador que, al menos mi hija, lo rechaza”, son algunas de las opiniones de los lectores recogidas en Amazon.

El autor Forssén Ehrlin asegura, sin embargo, que estas técnicas son simplemente una forma de ayudar a los niños a relajarse, concentrarse y a lograr el objetivo marcado: conciliar el sueño.

Un objetivo que sí han logrado muchos padres, que definen el libro como “asombroso” o, incluso, “mágico”. En este sentido, Forssén Ehrlin ha recibido numerosos correos electrónicos desde que el libro salió a la venta de padres gratamente sorprendidos con los resultados del cuento sobre sus hijos: “Me escribieron unos padres que pasaban hasta cinco horas intentando que su hijo se durmiera. Empezaron leerle el cuento y, al poco tiempo, consiguieron que el niño se durmiera en doce minutos”.

En algunos casos, el resultado es tan satisfactorio que incluso algún lector adulto afirma, según cuenta el autor, que el libro le ha ayudado en la, a veces, difícil tarea de conciliar el sueño: “Me escribió un padre que tenía trastornos del sueño. Había probado todo tipo de métodos, incluso medicamentos, y no había tenido ningún éxito. Tras comprar el libro para su hijo, probaron a que su mujer se lo leyera a él. En las primeras páginas el hombre ya se había dormido”.

“Ahora te dormirás”, las técnicas de relajación para conciliar el sueño

A lo largo de las páginas del libro se plantean una serie de técnicas psicológicas y lingüísticas que ayudan a crear un ambiente de relajación y que conducen al niño, de forma consciente e inconsciente, a conciliar el sueño. Una trama que Forssén Ehrlin creó basándose en teorías de la comunicación y en su propia experiencia como psicólogo sobre cómo llegar a las personas.

En el prólogo del libro se señala la existencia de algunas frases y palabras que pueden resultar “chocantes”, pero que “responden al efecto psicológico deseado”. De esta forma, el cuento repite hasta en 85 ocasiones la palabra “dormir”, combinada la mayor parte de las veces con “ahora”, así como “bostezar”, “relajarse” o “cansado”. La finalidad de esta técnica es, según el autor, que “el niño mantenga la atención en el objetivo marcado desde la primera página del cuento: que esta historia te va a llevar a dormir”.

Otras de las ilustraciones del libro. RANDOM HOUSE.

Una historia que es tan importante en sí misma como la forma en que es contada: “Es una combinación. Los padres me dicen que cuando realmente se meten en la historia y juegan con las voces y con la entonación el resultado es mejor”.

Así, antes de comenzar la lectura, el libro recoge una serie de instrucciones que el narrador debe seguir: entonar de forma calmada, leer con voz de cuentacuentos, acompañar el texto con bostezos o repetir del nombre del niño para convertirlo en un personaje más de la historia. De esta forma, el pequeño entra de lleno en la narración y “evitamos que se distraiga con otras cosas de la habitación”.

Unas curiosas pautas que advierten del peligro de “leer este libro en voz alta junto a alguien que esté conduciendo un vehículo”, e incluyen, además, la recomendación de continuar con la lectura hasta el final. Un consejo que ayuda a los padres a asegurarse de que el niño está realmente dormido y favorece a que este lo haga profundamente: “Algunos padres me han escrito y me han dicho que no solamente el niño se duerme más rápido sino que concilia un sueño más profundo”.

Técnicas de comunicación para mejorar conductas infantiles

El autor defiende la efectividad de estos métodos y técnicas de comunicación aplicadas en otros ámbitos: “Se trata de aplicar la misma técnica de comunicación para cualquier otro objetivo. Una vez que los padres aprendan esa forma de comunicarse la pueden aplicar en cualquier otro objetivo que se marquen con los niños”.

En esta línea, Forssen Ehrlin prepara dos libros más con el objetivo de mejorar el sueño de los más pequeños y ya trabaja en otros proyectos destinados a ayudar a padres e hijos a mejorar otros hábitos y conductas.

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