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Maltrato animal Investigan a un hombre por envenenar a varios animales para proteger sus cultivos

El veneno hallado, denominado "Aldicarb", es altamente peligroso, su venta está prohibida en la Unión Europea desde 2007 y se ha convertido en una de las mayores amenazas para la biodiversidad

Agente de la Guardia Civil junto a un perro rastreando la zona . GUARDIA CIVIL

EFE

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en La Rioja investiga a un hombre de 63 años tras constatarse la muerte, con cebos envenenados, de varios animales, como un jabalí, dos perros, una jineta y un gato, en una finca de su propiedad para proteger sus cultivos de col y maíz.

La Guardia Civil, en una nota, añade este viernes que este hombre, vecino de Logroño, que cultiva una finca en el municipio riojano de Anguiano y que tiene antecedentes por el uso de cebos envenenados en el medio natural, está investigado por su presunta implicación en un delito relativo a la protección de la flora y de la fauna.

La investigación determinó que el presunto autor de estos hechos ocultó los cebos envenenados entre la vegetación de su finca y en los lugares de paso a la misma, con la intención de causar el envenenamiento a la fauna silvestre y doméstica que transita por su parcela y proteger, así, sus cultivos de coles y maíz.

En una finca que cultiva el investigado, se intervinieron diez cebos envenenados a base de trozos de carne de conejo o liebre, así como fauna muerta por el veneno.

Para su localización se contó con "Tiétar", un perro entrenado exclusivamente para localizar los diferentes tipos de sustancias tóxicas que se suelen usar en la confección de cebos envenenados.

El veneno hallado, denominado "Aldicarb", es altamente peligroso, su venta está prohibida en la Unión Europea desde 2007 y se ha convertido en una de las mayores amenazas para la biodiversidad, especialmente para las especies en peligro de extinción, ha dicho.

Este tóxico provoca el envenenamiento, en una primera fase, de todos los animales que ingieren el cebo, que, al morir, se convierten en alimento para otras especies, que pasan el efecto de la intoxicación a la cadena trófica en una segunda fase y sucesivas; y se calcula que cinco gramos pueden causar la muerte a más de 1.000 zorros, 11.000 milanos y 50.000 cernícalos.

A finales de noviembre de 2017, la Guardia Civil constató la muerte de dos perros de caza tras haber ingerido algún tipo de veneno, por lo que agentes del Seprona y agentes forestales del Gobierno de La Rioja rastrearon unos 100.000 metros cuadrados de la zona, pertenecientes a los municipios de Anguiano, Matute y Tobía.

En estas inspecciones se localizaron los cadáveres de otras especies, como garduñas, jinetas, gatos domésticos y musarañas; además del cebo envenenado que les pudo causar la muerte, un conejo abierto en canal con veneno en su interior.

La utilización de cebos envenenados está recogido como delito en el Código Penal y establece penas que pueden llegar a dos años de prisión.

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