Público
Público

Naïr: “El pacto con Turquía trata a los refugiados como inmigrantes económicos”

El politólogo y experto en migraciones Sami Naïr expone en una jornada celebrada en Zaragoza su fórmula para afrontar la crisis de los refugiados, que incluye “integrar a Europa en su entorno” flexibilizando el sistema Schengen, redefinir los conceptos de asilo e invertir en Turquía “para no crear allí una nueva Palestina”.

El politólogo y experto en migraciones Sami Naïr expone en una jornada celebrada en Zaragoza sobre la crisis de los refugiados. EDUARDO BAYONA

ZARAGOZA .- “El pacto con Turquía no trata a los refugiados como solicitantes de asilo, sino como si fueran inmigrantes económicos”, sostiene Sami Naïr, quien considera que “los derechos están siendo pisoteados” como consecuencia de ese acuerdo. El politólogo y experto en cuestiones migratorias, que participó este jueves en Zaragoza en la jornada 'Refugiados: la crisis de valores en Europa', organizada por el Gobierno de Aragón y La Caixa, mostró su “amargura” ante la crisis de los refugiados y la decepcionante respuesta que la UE le está dando.

Según explicó, la directiva comunitaria de 2013 sobre inmigración “prohíbe las expulsiones colectivas de los solicitantes de refugio, cuyas solicitudes deben tramitarse una a una”. Y esa misma norma obliga a las autoridades europeas a trasladar a “países seguros” a aquellos que ven rechazadas sus peticiones. Sin embargo, explicó, “Turquía no es un país seguro” porque “no ha adoptado la Convención de Ginebra en su totalidad”. Lo ha hecho únicamente en la parte que afecta a los ciudadanos europeos, lo que le permite aplicar una “clausura de la nacionalidad” con los refugiados procedentes de Oriente Medio.

Naïr, que el jueves 7 de abril participará en un debate de Espacio Público sobre la inmigración calificó de “pacto de regateo particularmente sucio” el acuerdo de la UE con Turquía, el cual, por otro lado, consideró incumplible: este último país no podrá beneficiarse de la libre circulación por territorio europeo que reclama para sus 78 millones de habitantes, ya que solo cumple 23 de las 72 condiciones que requiere el derecho comunitario, y solo dispone hasta finales de junio para homologarse. “¿Qué relación hay ente la libre circulación de los turcos y el problema de los refugiados?”, se preguntó el politólogo. “Ninguna”, se respondió.

“Hay que invertir en Turquía para no crear allí una nueva Palestina”

En su opinión, “el sistema migratorio que Europa aplica desde los años 80 es inadecuado y no responde a la realidad demográfica y geopolítica” que rodea la UE, cuyos responsables, señaló, disponen de una “solución conocida, aunque sencilla y difícil de aplicar: necesitamos una política europea común para los fenómenos migratorios”.

En este sentido, propuso “integrar a Europa en su entorno” mediante una reorientación del sistema de control de fronteras Schengen que sustituya “la rigidez del tratado por flexibilidad” con el fin de “aumentar el número de entradas legales, y eso lo podemos negociar con los países de origen”.

La segunda medida debería ser, apuntó, “redefinir el concepto de refugiado en la Convención de Ginebra” para incluir el asilo por motivos económicos, ambientales y de género o condsuición. “Esto es fundamental si queremos vivir en un país sin violencia”, añadió.

Naïr completo su fórmula con otras dos propuestas: “invertir en Turquía para no crear allí una nueva Palestina” y aplicar el protocolo de la ONU sobre situaciones de crisis y aumentar la acogida de refugiados.

“La idea de que el mercado podía dirigir la emigración ha fracasado”

Para Naïr, la respuesta de la UE a la crisis de los refugiados supone un “fracaso histórico”. “Merkel comenzó gritando que Alemania iba a acoger a un millón de refugiados y ha acabado firmando con Turquía un pacto policial. Los valores llevan meses sido pisoteados”, señaló, con “amargura”, tras recordar que, desde la entrada en vigor del espacio único europeo en 1986, Europa ha aplicado una “frontera más conceptual que geográfica entre comunitarios y extracomunitarios” que, al final, ha acabado favoreciendo la actividad de las mafias de la emigración.

“La idea de que el mercado podía dirigir la emigración ha fracasado –dijo-, como ha fracasado la idea de que el mercado podía gestionar la economía. El mercado no regula nada, es el resultado de una serie de luchas. La UE no tenía una política de migración sino una política, basada en el cierre de las fronteras, de gestión de los inmigrantes”. Esas normas hacen que “el inmigrante que no tiene trabajo sea un clandestino en Europa, y ese sistema ha estallado”, apuntó.

El politólogo criticó, por otro lado, la “falta de cohesión política y económica ante los grandes acontecimientos” en la UE. “Cada país eligió lo que le interesó en la crisis del euro de 2008, y ahora ha vuelto a hacerlo con la crisis económica”, en la que Francia y Alemania impusieron la austeridad que “ha condenado a la exclusión al 30% de la población”.

Por último, Naïr aseguró que “la destrucción de Irak ha provocado un caos generalizado” del que han tardado diez años, desde 2003, en verse los efectos. La ‘primavera árabe’ provocó en 2011 una debilitación de los estados del sur del Mediterráneo tras la que “las sociedades empiezan a organizarse” y a sufrir enfrentamientos. El Estado Islámico, anotó, “es el resultado de esta descomposición, tras la que hemos entrado en una situación de guerra de mil años que se ha desplazado a Europa”.

Lambán: “Me avergüenzo profundamente del repugnante pacto con Turquía”

Por su parte, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, criticó lo que calificó de “cicatera, miserable y rácana” política migratoria de la UE y del Gobierno español. “Me avergüenzo profundamente” de la “repugnante” decisión que supone el pacto con Turquía, añadió.

Por otro lado, Lambán confirmó que el ejecutivo de Mariano Rajoy no ha contestado a la carta en la que hace unos días once comunidades autónomas le pedían que tomara medidas para intervenir en la crisis de los refugiados y para que España pudiera comenzar a acogerlos. “Me temo que no ha habido respuesta de un Gobierno que está en funciones para unas cosas y en activo para otras”, ironizó.

“No podemos resignarnos, no podemos permitir que Europa, la cuna de los Derechos Humanos, esté a punto de irse por el sumidero de la historia”, añadió.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias