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“La prostitución es un problema de los hombres que afecta a las mujeres, no al revés”

El coordinador de la Comisión para la Investigación de los Malos Tratos a la Mujer, Isidro Burgos, insiste en la necesidad de voces masculinas que luchen para erradicar la trata

Representantes de diversas organizaciones han protagonizado la jornada internacional "Hombres trabajando para la erradicación de la prostitución" este jueves en el Palacio de Cibeles. / Sandra Rodríguez

MADRID.- "La erradicación de la prostitución debe tratarse desde la educación, ya que es una práctica que condiciona las relaciones sociales entre mujeres y hombres, poniendo en peligro un estado de igualdad y equidad entre ambos géneros". En España, el 40% de los hombres son clientes de la prostitución, ha señalado la Comisión para la Investigación de los Malos Tratos a la Mujer (CIMTM), "buscando la superioridad de su género frente a la mujer y su dominación".

Con motivo del Día Europeo contra la Trata, celebrado el 18 de octubre, la CIMTM ha organizado este jueves en el Palacio de Cibeles la jornada internacional Hombres trabajando para la erradicación de la prostitución, a la que han asistido tan solo doce varones entre los 142 asistentes. “La prostitución es un problema de los hombres que afecta a las mujeres, no al revés”, ha estimado Richard Poulin, fundador de la Coalición Internacional por la Abolición de la Prostitución en Francia, que ha participado en la conferencia.

Las ONG son un elemento básico en el procedimiento de identificación de las víctimas de trata, ya que muchas mujeres prostituidas viven atemorizadas por las consecuencias de denunciar ante las instituciones. En ocasiones, aunque poco comunes, el propio cliente llega a denunciar una situación que ha presenciado de trata de mujeres en el ámbito de la prostitución.

Isidro Burgos, coordinador de la CIMTM, ha asegurado que “se necesitan más voces masculinas que reivindiquen la lucha contra la prostitución” para evitar que “las calles de España sean un mercado del sexo”. Asimismo, el moderador de la conferencia feminista ha recalcado que “se debe tener constancia de las historias de las mujeres prostituidas” para poder juzgarlas, ya que la mayoría de la población no se interesa por su “realidad cruel”.

El principal problema radica en la ausencia de una educación secundaria, que deriva en la dificultad de encontrar un puesto de trabajo que permita un nivel de vida aceptable para las mujeres que emigran a España huyendo de las condiciones precarias de su país. Las organizaciones españolas en contra de la trata han propuesto establecer un programa de formación profesional que facilite la integración de estas mujeres en el ámbito laboral. Las ONG, a su vez, promueven la impartición de clases de castellano a aquellas que no dominan o desconocen el idioma, la asistencia sanitaria gratuita o la asesoría legal para gestionar su situación. 

Joaquín Sánchez-Covisa, coordinador de Extranjería de la Fiscalía General del Estado, ha enfatizado que se deben establecer medidas para actuar con profundidad en la “prevención de la prostitución, la persecución del proxenetismo y la protección de la víctima de trata”, donde la defensa de la seguridad de la “víctima esclavizada” sea la prioridad. “No sólo se debe llegar al conocimiento de una situación de trata, sino trasladarlo a los tribunales con todas las pruebas. Ahí es donde aparecen todas las quiebras del sistema”, ha señalado el Fiscal General, quien ha insistido en que “la trata y la prostitución son manifestaciones de la violencia de género, hasta el punto de que afecta prácticamente sólo a las mujeres”. “Hay que ser de piedra para que alguien que ha rozado mínimamente el mundo de estas personas no reaccione. Y ese es el problema: España no tiene ni idea”, ha concluido.

“No se trata de simples prostitutas, son mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución”, ha apuntado Félix Durán Garrido, alférez de la Guardia Civil, quien ha insistido en que se ejerza un tratamiento más cercano con las mujeres prostituidas al tratar sus casos policiales y ha recalcado la dificultad para condenar un caso de trata de mujeres, ya que hay muchas trabas judiciales para facilitar una investigación de este tipo: “Es muy complicado y hay poquísimos casos, pero se llega a condenar a los traficantes de personas mediante los procesos de investigación que ejercen la Guardia Civil y la Policía Nacional, sin la denuncia de la víctima”. También ha apuntado que “las asociaciones y unidades especializadas son vitales en el proceso de detección”.

Las mujeres que ejercen la prostitución en España son en su mayoría extranjeras, provenientes de familias sin apenas recursos económicos. Los lugares de procedencia más comunes en las mujeres prostituidas en nuestro país son: Europa (Rumanía, Bulgaria y Albania), África (Nigeria y Sierra Leona) y América Latina (Brasil, Paraguay, Ecuador, Colombia y República Dominicana).

El principal problema de España en el ámbito de la prostitución es el proxenetismo consentido. Enrique Díez Gutiérrez, presidente de la Asociación Estatal de Hombres por la Abolición de la Prostitución, ha añadido que el fin de los hombres al mercantilizar el cuerpo de las mujeres es “dominar antes que saciarse sexualmente”, alejando la idea de una sociedad igualitaria entre ambos géneros. El 40% de los españoles son consumidores habituales de prostitución, sin que se les recrimine penalmente, ya que en España no se penaliza el mercado del sexo consentido. Este consentimiento social “influye en el proceso educativo de los chicos y chicas, niños y niñas, generando unas expectativas en las que ellas aprenden que la prostitución puede ser una opción laboral en el futuro y ellos normalizan que sus compañeras pueden ser compradas. ¿Se puede entender así una sociedad en igualdad?”.

Richard Poulin es uno de los impulsores del abolicionismo de la prostitución en Francia, donde se aprobó la Ley por la Abolición de la Prostitución en abril de este año. Ahora los clientes deben abonar una multa de 1.500 euros la primera vez que sean descubiertos en el mercantilismo del cuerpo femenino, y 3.500 en una reincidencia, cantidades que Poulin considera “pequeñas” en referencia al delito. Esta ley supone una revolución legislativa, el cambio del concepto con el que Francia concebía la prostitución.

Gregory Thery, politólogo francés y uno de los mayores impulsores de la abolición de la prostitución en Francia, ha recalcado que “no se puede justificar la prostitución con la necesidad sexual del hombre”. Thery ha insistido en que el hecho de que “la violencia" se produzca "en una persona prostituida se ha convertido en un agravante” gracias a la ley, ya que antes significaba un atenuante ante los juzgados, “donde si una mujer prostituida denunciaba una violación, las autoridades situaban el problema en una mera cuestión económica”.

En Alemania, país en el que la prostitución está regularizada, hay un 66% de hombres que mercantilizan el cuerpo de la mujer, mientras que en Suecia, país que predica la abolición, el número de clientes descendió del 13% al 8% al aprobarse la ley abolicionista.

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