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Reino Unido autorizó realizar ensayos de fármacos a niños internados en dos reformatorios en los años 60

Unos documentos desclasificados por los Archivos Nacionales demuestran que dos instituciones supervisadas por el Ministerio del Interior administraron sedantes a los jóvenes considerados más problemáticos sin el consentimiento de sus padres.

EFE

LONDRES.- Personal médico dependiente del Ministerio británico de Interior autorizó ensayos experimentales de fármacos con niños internados en dos reformatorios ingleses durante la década de 1960, según documentos desclasificados este lunes por los Archivos Nacionales y divulgados por los medios británicos.

De acuerdo con esos datos, hasta ahora protegidos, en ningún caso se consultó con los padres de esos menores y la decisión de proceder con las pruebas médicas se dejaba a los gestores de las instituciones.

Esos ensayos se producían en los llamados Approved Schools, instituciones residenciales que albergaban a jóvenes problemáticos, que eran enviados por tribunales juveniles y que estaban gestionados por organizaciones voluntarias, y supervisados por el Ministerio de Interior.

En uno de esos centros, el Richmond Hill Approved School, en el condado inglés de North Yorkshire, que albergaba a alumnos a partir de los 15 años, se administró un fármaco para luchar contra las convulsiones entre los residentes considerados más problemáticos.

Según los documentos, en otro colegio de niñas cercano a la ciudad de Leeds (norte de Inglaterra), el Gobierno autorizó otro ensayo —que no llegó a efectuarse— con un fármaco sedante. En ese caso, se había previsto que el fármaco Haloperidol —un potente sedante que actualmente se emplea como medicamento antipsicótico— se administrara a todas las alumnas, de 14 y 15 años, del centro Springhead Park Approved School en la localidad de Rothwell.

Otro documento desclasificado con fecha de finales de 1967 revela que un psiquiatra adjunto a Richmond Hill escribió a Interior solicitando permiso para efectuar una prueba en niños "impulsivos, explosivos, irritables, inquietos y agresivos". El médico pretendía darles Beclamide, un fármaco que ya no se administra con efectos sedantes y prescrito para tratar episodios de epilepsia.

En los papeles no se indica que a los participantes de esos ensayos se les explicara previamente en qué consistían ni que se les pidiera su consentimiento. También constan documentos con el visto bueno de Interior, como una carta enviada por la psiquiatra dependiente de ese Ministerio, Pamela Mason, fechada el 1 de noviembre de 1967, en la que "recomienda el máximo apoyo a este proyecto". Según esta misiva, el ensayo se realizó en 1968, durante seis meses aunque no se documentan sus resultados.

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