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"La gente que grita en la tele me agota"

Cristina Marcos es la nueva profesora de Filosofía en la sexta temporada de ‘El internado’ que comienza esta noche

REBECA FERNÁNDEZ

Cristina Marcos (Barcelona, 1963) ha tenido que aprender a desenvolverse entre el misterio y los fantasmas que rodean La Laguna Negra. Recluida en El internado, Marcos da vida a Alicia, la nueva profesora de filosofía de esta serie de Globomedia, que hoy estrena su sexta temporada en Antena 3 (22.00 horas). Curtida en el teatro, el cine y la televisión, y con un Goya a la mejor actriz protagonista por su papel en Todos los hombres sois iguales, esta actriz de voz grave y ademanes pausados disfruta de la interpretación, sea cual sea el medio en el que la desarrolle, y confiesa que entre sus gustos televisivos no están los programas en los que se recurre al grito como único medio de expresión.

«Alicia es una chica un poco despistada, pero maja y con algo de carácter»

¿Cómo es el personaje al que da vida en El internado?

Soy la nueva profesora de Filosofía, Alicia. Es una chica un poco despistada, pero maja, que ha tenido que tener algo de carácter con algunos chicos que se portaban mal en clase en algún capítulo, pero que habitualmente no es así.

¿Qué tiene esta serie para que haya decidido incorporarse al reparto?

«El teatro es una carrera de fondo, estás tú sola ante el peligro»

La verdad es que no la conocía mucho porque no la seguía, pero ahora que la he visto, me está atrapando. Me gusta mucho la idea de contar una historia en la que un grupo de gente está aislada en un determinado lugar. Yo como personaje entro en un sitio en el que voy a trabajar y vivir, y ese centro está rodeado de naturaleza, está separado de todo y no se ve nada, no hay ni un bar, ni siquiera un vecino. Eso es muy inquietante. Además, me parece muy difícil para los creadores engranar todas las tramas.

Usted ha hecho cine, teatro y televisión. ¿Por cuál de los tres se decanta?

Yo empecé en el cine, luego hice teatro y televisión, con lo cual soy afortunada de poder hacer las tres cosas. Sea lo que sea, cada vez que tengo un trabajo, intento meterme en él. En lo que respecta al teatro, es como el atletismo, es una carrera de fondo. Se levanta el telón y hasta que no se baja, ahí no te para nadie. Estás tú sola ante el peligro, ante lo que sea. En la tele y en el cine, se puede cortar y, además, en edición, el trabajo que hayas hecho puede mejorar, empeorar o incluso desaparecer.

¿La tele ya no tiene nada que envidar al cine?

Depende. Por ejemplo, hay tv movies que están muy bien y luego hay series que son muy suyas, especiales, como por ejemplo Aída y Amar en tiempos revueltos. Creo que son producciones fieles a sí mismas y por eso se mantienen en la televisión. Pero luego hay otras producciones que pretenden imitar otros estilos extranjeros y no te las crees porque nosotros no somos así.

¿Qué ve de la televisión que se hace ahora mismo en España?

A veces veo Comando actualidad y Pekín express. Pero también en televisión hay gente que grita y que dice 'te voy a denunciar' y 'te has acostado con no sé quién', y eso me parece violento y agresivo. Me pregunto por qué esa gente se dedica a eso. Quizás es un trabajo, pero yo no lo entiendo así o por lo menos que se dedique tantas horas a eso. A mí esa gente que grita me agota la mente. Yo ni tengo la capacidad neuronal ni lingüística para estar hablando todo el rato de lo que hace el vecino, porque me aburre. Sin embargo, es algo que ve todo el mundo.

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