TwitterPeriodistas e internautas muestran su indignación por el repugnante y machista artículo en 'Las Provincias' sobre Mónica Carrillo

Publicado el 13 de marzo del 2017

"Hay algo en ella, esos pómulos, esos ojos de avellana, ese tono moreno de piel, esas caderas de fuego, esa trasero pistonudo, como de india Pocahontas en versión palmeral de Elche, que de aquella ciudad es nuestra Mónica". De esta forma, el periodista Ramón Palomar describía en una columna de opinión a su compañera de profesión, Mónica Carrillo, protagonista de una nueva escena machista.

El pasado mes de febrero, la presentadora de Antena 3 y escritora tuvo que hacer frente a los varios comentarios ofensivos de otro compañero de profesión y de cadena, Pablo Motos, en una entrevista para el programa de El Hormiguero, donde acudió para presentar su nuevo libro, El tiempo todo lo cura. Aunque de esto último, precisamente, fue de lo que menos se habló.

"¿Crees que a los hombres les atraes tú y por eso les gusta leerte?" o "¿Tú llevas bikini o bañador?", eran algunas de las preguntas que el presentador lanzaba a la alicantina.

Pero Motos, no satisfecho del todo, le dijo sin tapujos: "Tú eres un mito erótico y lo sabes, yo hay veces que veo las noticias y si está el volumen bajado las sigo viendo igual, estoy encantado de que salgas en la televisión".

El pasado 2 de marzo, Ramón Palomar dedicó una columna de opinión a Carrillo en el diario valenciano de Las Provincias, en el que alabó su "trasero pistonudo" y sus "caderas de fuego", y rebatió a Pablo Motos: "Pablo Motos la entrevistó y me cuentan que la calificó de 'mito erótico'. Hombre, tampoco es eso. Lo de mito erótico se lo dedicamos a mujeres como Ava Gadner o Brigitte Bardot. Mónica Carrillo es guapa, pero su belleza no posee ese toque turbador de las mujeres que arrastran un pasado pecador y unos cuantos secretos en el canalillo del pecho".

El periodista, bastante documentado al parecer, se mostró asombrado por la timidez de la escritora y destacó: "Sufre cuando se desnuda en el vestuario del gimnasio ante otras compañeras. Esto, en principio, podría chocar, ¿tan tímida pero luego su faz emerge desde la pequeña pantalla?"

También, comentó su carrera como escritora y lo atribuye a una cuestión "de prestigio", ya que, en palabras del periodista, la televisión ofrece fama y dinero, pero el prestigio sólo se consigue gracias a las letras y es frecuente que la peña televisiva se incline a la mínima ocasión hacia la escritura.

Palomar se cargó de un plumazo los 17 años de experiencia de la profesional para asegurar que su mérito se debe, única y exclusivamente, a "aguantar el tipo durante tanto tiempo".

Pero Carrillo no fue la única víctima, ya que el periodista comenzaba la columna haciendo referencia a otra presentadora del Canal Nou: "La cámara la adoraba, su valenciano resultaba impecable, su aire dotado de cierta gravedad enganchaba al ocioso televidente aunque estuviese narrando las migraciones del cangrejo azul de una exótica isla… Era perfecta, sencillamente perfecta".

Pero no todo iba a ser bueno para Palomar, ya que la chica era, según él, "analfabeta, profundamente analfabeta". Incluso, "le fascinaba su caso, pues la gente creía que era una moza de gran talento e inteligencia. No sabía escribir y su capacidad para analizar cualquier suceso de la actualidad lindaba con la opinión de un murciélago acerca de la inmensidad del cosmos, pero daba el pego que no veas".

Tampoco era la primera vez que el columnista cosificara el cuerpo de las mujeres en sus artículos. Cinco días antes de que Donald Trump ganara las elecciones a la Presidencia de los EEUU, Ramón Palomar dedicó un post a Melania Trump, en el que escribía, entre otras perlas: "Me la imagino de primera dama y desde luego el palmito, con esa belleza gélida, hierática y tan del Este, sí lucirá".

Asimismo, se mostraba fascinado por la "tendencia de los líderes políticos por unir sus destinos junto a mujeres hermosas que vienen de la pasarela o la farándula", moda que abanderó Sarkozy al desposar a Carla Bruni, recuerda.

Y también hablaba de las esposas de otros presidentes, como Jacqueline Kennedy, "una esposa que destilaba clase a raudales pero la cuerneaba con las jacarandosas que se deslizaban en su lecho".

Reacciones

Tras la publicación de este texto, la reacción de las compañeras de profesión no se ha hecho esperar. María Rey envió una carta tanto al autor como al director de Las Provincias, donde expresa su desconcierto por la columna y habla de micromachismos: "Esos mensajes que alimentan la desigualdad y pretenden hacer normal lo que ya no es admisible en estos tiempos".

Lourdes Maldonado le dedicó un tuit para mostrar su apoyo y rechazar "el machismo más retrógrado".

Carme Chaparro, le dedicó una entrada en su blog, en el que planteaba: "Si Mónica Carrillo fuera un hombre, un exitoso presentador de informativos y autor super ventas de novelas, ¿habría escrito alguien un texto tan machista e insultante como el que un periodista escribió ayer en el diario Las Provincias? Este que van a leer es el mismo texto, pero con protagonista masculino. ¿Cómo les suena?

Y los tuiteros también se han hecho eco de los comentarios de Ramón Palomar:

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