"-Buenos días Sr. Rajo… -Otra pregunta. -Pero… -Otra pregunta. -Así no… -Otra pregunta. -Jo. -Hemos terminado"

Publicado el 26 de julio del 2017

Por Christian González y Sandra Rodríguez

¡Llegó el día!

La fecha estaba marcada en rojo en el calendario. No todos los días declara ante un tribunal un presidente del Gobierno en activo. De hecho en España es la primera vez que pasa. Os podéis imaginar los periódicos hoy… Abriendo a todo trapo con ello ¿no? Ya…

Bueno, al menos todas las televisiones han dedicado su programación a la comparecencia. Un momento… ¿todas? No, una aldea de TVE poblada por un irreductible presidente nombrado por el PP resiste todavía y siempre al invasor.

Aunque algunos quieran disimularlo hemos vivido un hecho que quedará para la historia de la vergüenza de este país.

Rajoy declarando ante un tribunal por la Gürtel no es cosa menor, dicho de otro modo: es una puta vergüenza.

Vamos a resumir un poco el asunto: ya os adelanto que ha estado entretenido.

Dada la importancia, todo el mundo ha estado pendiente de los detalles: cómo va vestido, cómo llega al tribunal, a qué hora…

Él estaba deseando explicarse ante la justicia, como lo demuestra que su partido haya pedido la nulidad del juicio y haya intentado por todos los medios que su declaración no tuviese lugar. Por no hablar de la solicitud de que fuese por videoconferencia por motivos de "seguridad".

Las excusas, por lo que sea, no sirvieron de nada.

De cualquier modo, Mariano estuvo unos días desaparecido, preparando la comparecencia…

Al llegar se sentó en el estrado, porque la justicia es igual para todos.

Bueno, al menos han guardado un poco las formas y no le han sentado en otro lado…

Y a partir de ahí, la función.

Se han notado los nervios.

Todo dentro de lo esperado, salvo pequeños detalles.

Tenemos fotos.

Ha habido momentos esperpénticos, eso es cierto.

El presidente ha comenzado a responder con un esperanzador "me acuerdo perfectamente", pero después… lo de siempre.

Los abogados le han preguntado por varios asuntos, como la Caja B del PP.

Rajoy ha hablado claramente y ha asegurado sin vacilar que ya tal, menos alguna cosa, it's very difficult todo esto y mucho españoles.

Dice que él no se ha ocupado de los asuntos económicos.

Hasta donde él sabe, claro.

Lo más importante: el presidente del Tribunal ha estado imparcial, ahí.

Bueno, vale, algunos dicen que le ha echado un capote.

O más de uno…

Del "no lo sé, no me consta", hemos pasado a "esa pregunta no es pertinente"… Siempre ha habido clases.

Entre preguntas impertinentes y otras cosas, Rajoy no ha tenido ni que despeinarse.

A veces daba la sensación de que el presidente del Tribunal tenía un poco de prisa…

Así que, claro, Rajoy ha estado tan tranquilo que ha permitido el lujo de hacer bromitas y chistes.

Y poco más… Es curioso cómo funciona esto. ¿Rajoy no sabía lo que pasaba en el PP? ¡Era el presidente del partido! ¡Bárcenas era el tesorero! ¡Le pusieron un despacho tras despedirle! ¡Los discos duros desaparecieron!… Pero él dice lo adecuado y listo. Así es la función. A veces la realidad supera a la ficción…

Aunque, yo qué sé… quizá es cierto que no sabía de nada y estamos criticándole sin saber…

No ha durado mucho. A él se le ha hecho corto.

Al finalizar, Rajoy se ha ido a su casa.

Eso sí, con la satisfacción del deber cumplido. Una vez más el PP ha vuelto a ser pura transparencia.

A estas alturas estamos en condiciones de resumir la comparecencia.

Aunque por otro lado… ¿Qué esperábais?