El pasado lunes, el tuitero Carles Ponsi denunció, a través de su cuenta de Twitter, la respuesta que le dio una editorial tras presentar un guion en el que llevaba trabajando mucho tiempo.

"Gracias por enviarnos tu proyecto. Nos ha gustado mucho pero después de consultar el alcance de tus redes sociales, lamentablemente no lo podemos editar. No dudes en ponerte en contacto con nosotros más adelante si se presenta algún aumento de seguidores", fue la respuesta que recibió Ponsi.

Eso que te pasas un montón de tiempo puliendo un guión y haciendo una muestra de páginas para que la editorial que envias el proyecto te responda esto: pic.twitter.com/8s3S716M2y

— ✨????️‍???? PONSI ????️‍????✨ (@carlesponsi) February 3, 2020

Este mensaje ha reabierto el debate y las redes se han mostrado muy críticas con la tendencia de algunas empresas a la hora de valorar a las personas por sus seguidores y no por su talento.

El criterio es el número de seguidores que tienes… #catetos

— Ricky García (@rickygarciatv) February 4, 2020

Que asco y que impotencia. O sea la meritocracia y el talento lo dejamos a un lado para dejar en un primer plano al postureo. Pais!!

— Nacho Guerreros (@nachoguerreros) February 4, 2020

Una editorial que mida tu talento por tu número de seguidores en redes no es un sitio donde deberías estar.

— Julio César Ortega (@JC_Ortega_) February 4, 2020

Aunque parezca una locura, este no ha sido el único caso en el que una empresa deja en segundo plano el talento de una persona. En junio de 2018, salió a la luz un polémico anuncio en el que se buscaba a una actriz en Madrid para grabar una serie. ¿El requisito? Tener al menos 80.000 seguidores en Instagram.

Al hilo de esa polémica, el secretario general de la Unión de Actores y Actrices explicó que "no se pueden permitir este tipo de ofertas" si se busca una industria sana y potente.