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Emergencia climática La crisis climática podría reducir un 10% el PIB de España en los próximos 30 años

Un informe de Swiss Re, un gigante del sector de las reaseguradoras, admite los riesgos económicos derivados de la emergencia climática y habla de una posible caída del 18% PIB mundial para 2050.

Vista general del embalse de Entrepeñas, en Guadalajara, completamente seco en el verano de 2017.
Vista general del embalse de Entrepeñas, en Guadalajara, completamente seco en el verano de 2017. Pierre-Philippe Marcou / AFP

La falta de contundencia de las políticas ambientales podría tener consecuencias graves económicas. En el peor de los escenarios, con una subida de más de 3º C en las próximas tres décadas, el Producto Interior Bruto (PIB) mundial podría contraerse hasta un 18%. Así lo refleja un informe de la compañía de reaseguradoras Swiss Re sobre el impacto de la crisis climática en las 48 principales economías del mundo.

El estudio, que contempla diferentes escenarios, pronostica una pérdida del 9,7% del PIB español para 2050 si los termómetros globales ascienden más de 3ºC. No obstante, aun actuando con la mayor de las contundencias y consiguiendo limitar la subida de las temperaturas por debajo de los 2ºC –tal y como marca el Acuerdo de París–, la economía estatal se contraería un 2,5%. En otras palabras, la etapa histórica del crecimiento y el desarrollo parece agotarse. La diferencia entre actuar con contundencia y dejar de lado las políticas de mitigación, sin embargo, se traduce en que la economía del Estado decrezca 7,2 puntos más o menos.

Actuar contra la crisis climática es más rentable que la inacción amparada en el crecimiento rápido y cortoplacista

No es la primera vez que se realizan estimaciones de este tipo. En este caso, los datos responden a los intereses de un gigante del sector de las reaseguradora como Swiss Re, que trata de esclarecer los riesgos climáticos de las pólizas para poder elevar las cuotas de sus seguros de cara al futuro. Otras investigaciones recientes como la realizada por Centro para la Acción Climática del Boston Consulting Group (BCG) también apuntan en la misma dirección y estiman que, a largo plazo, actuar contra la crisis climática es más rentable que la inacción amparada en el crecimiento rápido y cortoplacista. También el Museo de Historia Natural de Reino Unido elaboró en febrero un informe adelantado por Climática en el que –centrado en la crisis de biodiversidad– se alertaba de que retrasar diez años las políticas de mitigación costaría el doble de esfuerzos económicos que actuar en el presente.

El Ministerio para la Transición Ecológica, a través del informe promovido por la Oficina Española de Cambio Climático, proyecta diferentes escenarios de cara a un futuro marcado por la crisis climática. Sin detallar cómo serán las contracciones económicas que experimente España en el futuro, la publicación sí advierte de impactos puntuales como las pérdidas de 17.000 millones de euros anuales por causa del incremento y la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos o la caída del 20% de los turistas que la península recibirá para finales de siglo debido al calor extremo. 

Oportunidades de actuar pronto

El consenso sobre la contracción de las economías es cada vez más alto. Sin embargo, la emergencia climática abre una ventana de oportunidades que no se miden en índices de riqueza como el PIB, pero si en en nivel de vida y empleo. "Lo relevante para la estabilidad social no es el Producto Interior Bruto, sino el empleo. El factor que hace que las sociedades estén tranquilas y no en armas son las condiciones de vida de las personas. Creo que es más relevante empezar a mirar las posibilidades que tenemos de crear nuevos empleos, reducir la jornada laboral y estudiar cómo crear un modelo de sociedad diferente en un escenario de cambio climático", sostiene Álvaro Gaertner, autor del estudio Reconstruyendo el futuro: un Green New Deal para España publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad.

Los fondos de recuperación que llegan desde Europa son un gran ejemplo del nuevo mapa económico. Mientras en las anteriores etapas las inversiones iban destinadas a incrementar la producción, en el presente esas inversiones se presentan como una forma de reorganizar la economía hacia la sostenibilidad. "La adaptación a la crisis climática requiere grandes cantidades de dinero porque tenemos que sustituir mucha infraestructura. Estas inversiones no van a incrementar el capital disponible sino a sustituirlo. Por poner un ejemplo, no vamos a invertir en renovables para producir más energía que antes, sino con la intención de dejar de producir con carbón y al menos mantener la misma cantidad de energía", expone Gaetner, que sostiene que el impacto en el empleo es algo "ambiguo" puesto que se crearán nuevos puestos de trabajo a corto y medio plazo en sectores que apenas tendrán impacto en el PIB.

Según el Observatorio para la Sostenibilidad, invirtiendo 42.800 millones de euros –el 32% de los Fondos de Reconstrucción Europeos– se podrían crear 1,13 millones de empleos ligados a la transición energética y ecosocial. Se trata de puestos de trabajo nuevos ligados al mantenimiento y construcción de infraestructuras verdes; el desarrollo de ganadería extensiva y el cuidado forestal; la gestión y creación de plantas de energía renovables destinadas al autoconsumo; y el impulso de los empleos dedicados a los cuidados.

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