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Transición Energética El extraño caso de Siemens Gamesa: dos plantas eólicas cerradas en pleno auge de las renovables

El gigante energético ha clausurado dos fábricas, una en Galicia y otra en Castilla-La Mancha, en un momento clave para la transición energética. Sindicatos y Administraciones han tratado de evitar el cierre, pero la empresa considera que la producción de estos centros ya no es lo suficiente competitiva.

Un molino que fabrica la compañía Simens Gamesa, donde se celebra la Junta de Accionistas de 2019.
Un molino que fabrica la compañía Simens Gamesa, donde se celebra la Junta de Accionistas de 2019. Luis Tejido / EFE

alejandro tena

Siemens Gamesa, una de las principales compañías líderes en energía renovable, ha anunciado esta semana que cerrará sus dos plantas de Somozas, en A Coruña, y Cuenca. La decisión, que llega unos meses después de que la empresa pusiera fin a la actividad de la planta de Aoiz (Navarra), supone el despido de 215 empleados de la fábrica gallega y de 51 de la manchega. Se trata de una maniobra aparentemente extraña, si se tiene en cuenta que el sector de la energía eólica se encuentra en un momento de crecimiento constante, en tanto que España es una de las zonas de Europa con más proyección de futuro para la transición energética.

"El coronavirus no ha tenido nada que ver", argumenta Fran Méndez, portavoz de CCOO-Industria. El sindicalista sostiene que los estragos económicos que ha podido causar la pandemia apenas han tenido incidencia en un sector boyante como las renovables. En cualquier caso, en el último año Siemens Gamesa ha registrado unas pérdidas de 918 millones de euros.  "En los últimos años se ha reducido los precios de la energía y se han aumentado los costes de las materias primas. Eso ha bajado los márgenes de los fabricantes, incluido Siemens Gamesa, y nos ha obligado a tomar medidas que nos hagan más competitivos", señalan a Público fuentes de la empresa.

Para los sindicatos, el balance negativo de la empresa no es un argumento que explique el cierre de las plantas. Méndez opina que las pérdidas no tienen tanto que ver con las plantas afectadas en España, sino con otros negocios que la empresa tiene en zonas del mundo como la India. Sin embargo, existe un elemento importante y que afecta en mayor medida a la fábrica de Somozas: las palas de los molinos eólicos que se producen allí están quedando obsoletas en el nuevo mercado energético.

"El mercado eólico demanda palas cada vez más grandes, que generan más energía a menor coste. Nosotros comenzaremos a fabricar este año las palas más grandes del mercado eólico terrestre, de 155 y 170 metros de diámetro, y que serán las más demandadas en futuros proyectos. Y Somozas tiene limitaciones de espacio para poder fabricar este tipo de palas", sostienen fuentes de la Siemens Gamesa. Este tipo de hélices contrastan con las que se están produciendo en la planta gallega, que son de unos 114 meros de diámetro y producen menos energía.

Desde las diferentes Administraciones –Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), Xunta de Galicia y Junta de Castilla-La Mancha– rechazan el cierre. Los diferentes Ejecutivos han tratado de convencer a la compañía para mantener el empleo en la zona a través de ayudas públicas. El caso de Somozas es, quizá, el más llamativo, puesto que se encuentra en una de las cuencas incluidas dentro del programa para una Transición Justa, lo que garantizaría poder acceder a recursos económicos del Miteco y la Xunta, y poder remodelar las instalaciones para fabricar palas más competitivas en el nuevo mercado eólico.

Las ayudas, sin embargo, no han terminado de convencer a la multinacional que no ha dado su brazo a torcer. "Hemos buscado soluciones con la Administración para tratar de que la planta pudiera seguir abierta. Ninguna de esas opciones nos permitía asegurar que la fábrica estuviera abierta con opciones de ser competitiva".

Por su parte, los trabajadores no comparten la visión de Siemens Gamesa y continúan argumentando que las propuestas del Estado eran lo suficiente ambiciosas como para mantener el empleo en las fábricas. "La inversión para que las plantas puedan hacer palas nuevas no es tan elevada y se garantizan ayudas públicas. Nosotros hemos intentado que sea así, porque entendemos que el sindicalismo debe ser proactivo y buscar solucionar los conflictos antes de que surjan, pero la empresa no ha querido", denuncian desde los sindicatos.

"Consideramos que la multinacional, que rechazó alternativas industriales que garantizaban la continuidad de la producción y el mantenimiento de los puestos de trabajo, puede rectificar. Es posible acordar soluciones que den viabilidad a un proyecto con un potencial incuestionable, precisamente en un momento en el que se está abriendo una oportunidad industrial de primer nivel para las energías renovables, especialmente para el desarrollo del sector eólico en Galicia", informan desde la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Economía del Gobierno gallego.

Por lo que se refiere a Cuenca, desde CCOO no entienden la decisión ya que se trata de una planta destinada a la reparación de palas que, según fuentes sindicales, se ubica en una zona clave, en tanto que tiene multitud de parques eólicos cercanos, como los de Albacete, con una antigüedad notable, lo que garantizaría que la actividad no cesara. De hecho, tanto en la provincia manchega como en Aragón hay más de 1.500 megavatios disponibles que cuentan con maquinaria que podría ser repasada en esta fábrica.

En un comunicado, Siemens Gamesa argumentaba que "la planta de Cuenca no es sostenible en un mercado muy competitivo y con una tendencia cada vez mayor a la sustitución de palas en lugar de la reparación". Además, este centro de trabajo, según la multinacional, "no es viable a largo plazo porque no podría reparar turbinas más grandes que las que ahora repara por problemas de espacio".

Una planta en Portugal, más competitiva y mejor ubicada

Desde CCOO, consideran que una de las razones que ha llevado a Siemens Gamesa a rechazar las ayudas del Estado es la apertura de una nueva fábrica en Portugal. En 2019, el gigante de las renovables compró la empresa Senvión y se hizo con una planta en el país luso, en Vagos, una zona con una ubicación óptima para el transporte marítimo de las palas fabricadas. Además, se trata de una fábrica con una tecnología más avanzada y preparada para los nuevos retos que abre la transición energética.

"En ese momento, sin querer cargar contra los compañeros que trabajan en Portugal, nosotros vimos que la cosa podía cambiar y que había riesgo de que la producción se llevase allí. Entendemos que es una planta mucho más nueva, con una ubicación perfecta, con puerto cercano y un ramal de autopistas, pero eso no debe servir de excusa para castigar a los trabajadores de aquí [de España]", expone Fran Méndez. 

Las mismas fuentes de Siemens Gamesa, dejan claro a Público, sin negar que la planta de Portugal tiene unas condiciones óptimas, que "no se va a llevar la producción de Somozas allí", ya que en el país luso se esperan producir "palas más grandes" que las de 114 metros de diámetro que se producen en Galicia.

El futuro de las renovables

El cierre mantiene preocupados a sindicatos y Administraciones. No obstante, tanto el Ministerio como la Xunta y la Junta de Castilla-La Mancha prevén nuevas instalaciones de 60 nuevos GW en la próxima década, lo que consideran que atraerá a nuevas empresas fabricantes a la zona y garantizará que el empleo se mantenga.

Pedro Fresco, experto en Transición Energética y autor del libro El nuevo orden verde, considera que el cierre de estas plantas "es algo puntual" que no pone en duda el "atractivo en las renovables que tiene España". "No lo veo dramático y dudo que supongo un problema. Tenemos muchas empresas que están naciendo aquí que, sin estar en el top diez mundial, son importantes y que van a ser capaces de absorber empleo".

Desde Siemens Gamesa, destacan que las relaciones con las diferentes Administraciones del Estado son buenas y ponen en valor que la compañía tiene nueve plantas en España con 1.167 trabajadores, así como diversos centros de oficinas y servicios de mantenimiento con 4.447 empleados.

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