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Ruta de los dinosaurios

Un recorrido por las rutas de los dinosaurios de Teruel, Soria, La Rioja y Asturias

Miriam Querol

Cuando a principios del siglo XIX los científicos comprendieron que los fósiles de los dinosaurios eran los restos de una especie que pobló la Tierra hace más de cien millones de años, la fantasía de los seres humanos se llenó de fabulosas imágenes reconstruidas a partir de estos esqueletos y pisadas. La posibilidad, inexistente, de que el hombre hubiera vivido a la vez que estos prodigiosos seres se volvió irresistible para la ficción. Clásicos como El Mundo Perdido, Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra, con Victoria Vetri ataviada con un prehistórico bikini, los dibujos de Charles R. Knight o la saga de Steven Spielberg colocaron por derecho propio a esta especie en el imaginario pop del siglo pasado. En España, si bien no han dejado una huella tan profunda en la cultura (siempre que no ampliemos la acepción a personajes de la vida pública), sí que la dejaron físicamente, y es posible seguir los pasos de estos 'lagartos terribles' a través de un puñado de rutas, yacimientos y museos.

Teruel ha resucitado el Mundo Perdido con un enorme juguete turístico para niños y mayores: Territorio Dinópolis, que explora la presencia de dinosaurios en la provincia a través de parques, museos y rutas didácticas. En la capital se encuentra Dinópolis, el parque paleontológico de dinosaurios más grande de Europa. El resto de la provincia también es Territorio Dinópolis, con cinco museos repartidos por la zona: Inhóspitak, en Peñarroya de Tastavins, con fósiles y huesos originales; Legendark, en Galve, donde se puede ver los restos originales del primer dinosaurio definido de España, el Aragosaurus; el Bosque Pétreo, en Castellote, donde el visitante se adentra en un bosque carbonífero; la Región Ambarina, en Rubielos de Mora, con grandes reconstrucciones de dinosaurios; y el reciente Mar Nummus, en Albarracín, que recibe a los visitantes con una reproducción del mayor depredador acuático, el Liopleurodon.

Un conjunto de rutas, yacimientos y museos promueven la fascinación por los dinosaurios.

Las icnitas, nombre científico por el que se conocen las huellas de los dinosaurios, también son abundantes en amplias zonas del Sistema Ibérico, sobre todo en la provincia de Soria. En Villar del Río, en las Tierras Altas de Soria, una gigantesca reproducción de dinosaurio, realizada a partir de estas huellas, recibe al visitante. Se trata de un Braquisaurio, un prehistórico reptil herbívoro que vivió durante el Jurásico y que se muestra tal y como lo interpreta la ciencia: 25 metros de longitud, 12 de altura y 40 toneladas de peso. En el Aula Paleontológica informan sobre las rutas por la zona en busca de huellas.

La ruta riojana de los dinosaurios comienza en el nuevo Centro Paleontológico de Enciso, un espacio donde retroceder 120 millones de años y descubrir el modo de vida de los dinosaurios y las diversas teorías sobre su extinción mientras los niños juegan -y aprenden- en una ludoteca. A partir de aquí, se pueden visitar los yacimientos de Munilla, Igea y Cornago.

Desde el aire, el Museo Jurásico de Asturias, en Colunga, tiene forma de huella tridáctila, en homenaje a los importantes restos de dinosaurios que se encuentran repartidos por todo el territorio asturiano. Su mirador domina la Costa Jurásica, toda ella sembrada de icnitas. En el interior del museo, la Prehistoria y sus habitantes persisten en la actualidad.

En la provincia de Teruel se encuentra el Territorio Dinópolis, con sus múltiples sedes: Dinópolis, en la capital, con reproducciones de estos animales a tamaño real, cine en 3D, la reconstrucción de los espacios donde habitaban los dinosaurios o un laboratorio de restauración, donde los visitantes pueden ver trabajar a los científicos. Inhóspitak, en Peñarroya de Tastavins, a unos 200 kilómetros de Teruel. Legendark, en Galve, a 55 kilómetros. Bosque Pétreo, en Castellote, a 150 kilómetros. La Región Ambarina, en Rubielos de Mora, a 55 kilómetros. Y Mar Nummus, en Albarracín, a menos de 40 kilómetros de la capital.

El Aula Paleontológica de Villar del Río ofrece información sobre la Ruta de las icnitas de Soria, que recorre los yacimientos de Fuentesalvo y la Dehesa; los restos de Bretún, donde pueden verse huellas de dinosaurios en un corral abandonado y de Santa Cruz de Yanguas, donde es posible observar las icnitas cerca del río. Desde el Centro Paleontológico de Enciso se organizan diferentes excursiones a los yacimientos de La Rioja (www.dinosaurios-larioja.org) de Munilla, Igea y Cornago. Una visita más exaustiva, guiada por especialistas, recorre con detalle hasta 40 yacimientos repartidos por las sierras riojanas, un conjunto que está considerado como uno de los más importantes del mundo.

En el Museo Jurásico de Asturias se puede obtener toda la información sobre las rutas por la Costa Jurásica, que se extiende desde Tazones (Villaviciosa) hasta Camangu (Ribadesella).

 

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