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4.000 empleos en riesgo por el declive de Nueva Rumasa

UGT y CCOO se personarán en la negociación de la deuda del grupo de José María Ruiz Mateos. Las fábricas, bajo mínimos

ANA FLORES

Los empleados de las cuatro fábricas que tiene Clesa en España aún no han recibido la paga de diciembre, ni por supuesto la nómina de enero. Los salarios de Clesa, Trapa y otras empresas del grupo de José María Ruiz-Mateos llevaban sufriendo retrasos de entre mes y medio y dos meses desde hacía tiempo.

Sin embargo, hasta esta semana, los 3.000 trabajadores de las compañías agroalimentarias y los 1.100 de los hoteles que hay tras la marca Nueva Rumasa estaban más o menos tranquilos. 'Va a hacer dos años que tenemos constancia de las irregularidades con los salarios', explicó ayer a Público el secretario de Política Industrial de la Federación Agroalimentaria de UGT, Sebastián Serena.

'También habían ido surgiendo problemas con los proveedores', añade. La situación se iba degradando pero se sobrellevaba. Las cosas han cambiado.

La decisión de Nueva Rumasa de acogerse a la fórmula de preconcurso para ganar tres meses en los que renegociar su deuda (sin que les quiten la gestión con un concurso de acreedores) puede ser la carta que tumbe el castillo de naipes. Por eso, tanto UGT como CCOO han puesto a trabajar a sus servicios jurídicos con la intención de personarse en el proceso de negociación de la deuda, 'para garantizar el cobro de los salarios y especialmente para que cualquier acuerdo al que llegue Nueva Rumasa con sus acreedores lleve implícito el mantenimiento de la actividad y del empleo', explicó ayer UGT.

En el punto de miraA la espera de que se conozca la situación financiera real de Nueva Rumasa, 'que te pongan en el punto de mira es peligrosísimo', explicaba ayer a este periódico el profesor de Finanzas de Esade, Santiago Simón. 'Si se empieza a hablar mal de una empresa, cada camión nuevo de materia prima que le entregue un proveedor, puede suponer para este verse atrapado con una cuantía de impago mayor.

Por otro lado, si los productos (de Nueva Rumasa) desaparecen de los lineales (de supermercados y grandes superficies) el daño puede ser irreparable. Se tarda mucho en construir una marca y muy poco en destruirla'. Las 18 fábricas que tiene Nueva Rumasa en España echaban cálculos ayer para saber qué nivel de producción podrán mantener mientras se empieza a clarificar la situación financiera.

En la fábrica de Clesa de Galicia no hay materia para ningún producto De momento parece que la mayoría podrán mantener la producción, ya en mínimos, pero gracias a que se han acostumbrado a elaborar cada vez el producto para el que consiguen materia prima. Algunas de ellas, sin embargo, empiezan a tener problemas.

En la fábrica de Madrid de Royne confían en mantener la producción de la pasada semana, que fue muy baja. De las diez líneas de producción con que cuenta el fabricante de helados sólo está funcionando una. En esta época del año, 'cuando se debe cerrar la campaña del helado, lo normal es que trabajen cinco o seis líneas', explica Serena. Desde enero a ahora han vivido el deterioro de la llegada de materias primas y la caída de la producción ha hecho que de los '180 trabajadores fijos discontinuos que tiene en toda España, todos estén en casa', explican en UGT.

La fábrica de Clesa de Madrid cree que podrá aguantar aún con la producción discontinua de los últimos tiempos, agravada en las semanas pasadas. 'Si llega limón y tienen leche y azúcar, fabricarán productos de limón, y si llega canela, pues los que precisen canela', añade Serena. Trapa y ElgorriagaMás tranquilos están en Cacaolat Barcelona y Trapa, con capacidad para mantener la producción.

El caso de la fábrica de Elgorriaga, con materia prima y una alta demanda, es simbólico ya que, no ha podido poner el tercer turno al quedarse sin liquidez para contratarlo.En la fábrica de Clesa de Caldas de Reis (Galicia), la preocupación era mucho mayor ya ayer.

Cacaolat Zaragoza recibe 90.000 litros de leche pero no tiene envases 'Ahora mismo no hay materias primas suficientes para terminar un producto total y no se sabe si se va a poder trabajar la próxima semana', explica Serena. En Zaragoza, los empleados de Cacaolat miraban ayer con estupor la 'llegada de 90.000 litros de leche fresca' con la que, de momento, no sabrán qué hacer la próxima semana por 'no tener envases' para elaborar sus batidos. 'Ya estaban trabajando al 15% de su capacidad'.

Las tres fábricas que tiene Carcesa en Extremadura, que incluyen las marcas Apis y Fruco, ven que su producción, también en mínimos, tendrá que menguar de nuevo la próxima semana. Para recuperar ingresos han decidido fabricar cinco referencias (tomate, magro y paté) de las 72 que tienen. En Granada cundió ayer el pánico al difundirse el rumor de que podrían haber embargado las cuentas de clientes por encima de 3.000 euros, lo que dificultaría atender pagos de materias primas.

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