Este artículo se publicó hace 15 años.
24 horas en la capital de Galicia
Santiago de Compostela es conocida sobre todo por un binomio básico: catedral-peregrinos. Pero la ciudad es también vida cultural, universitaria y nocturna. Es por ello que recorrerla en una sola jornada obliga a unir visitas monumentales y
Santiago de Compostela se ha caracterizado de tantos modos que resulta difícil despegarse del tópico: la ciudad donde la piedra es arte, la urbe de los edificios religiosos, la del Apóstol, aquella donde la lluvia es un elemento más de la belleza del entorno... Sin dejar de ser ciertos, no podemos despegarnos tampoco de sus otras múltiples facetas: la de ciudad con una vida cultural constante, la de la Compostela nocturna y universitaria. Si queremos conocerla en una jornada, no podemos tampoco descuidarlas:
La zona histórica de Santiago no es muy amplia especialmente, pero la gran cantidad de monumentos y edificios de enorme valor artístico que la jalonan hacen obligada la parada detenida para poder captar toda su importancia. La Catedral justifica, por sí sola, una visita a esta ciudad. El Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo, los restos del Apóstol, la cripta para salvar el desnivel del terreno... Son muchos los puntos ineludibles que no deben pasarse por alto cuando nos acercamos a uno de los templos más importantes de toda la Cristiandad. En la catedral de Santiago lo apasionante no es sólo su interior: fuera nos esperan el Palacio de Xelmírez, uno de los escasos edificios civiles de época medieval que se conservan, y, sobre todo, las plazas que rodean al templo. La del Obradoiro es sin duda la más impresionante y escenográfica, la que es capaz de dejar con la boca abierta a quienes se acercan desprevenidos y la descubren, o incluso a aquellos que ya sabían que allí se ubicaba. A ella se asoman las imponentes fachadas del antiguo Hospital Real (hoy Hostal de los Reyes Católicos), el Colexio de San Xerome (actual rectorado) y el Pazo de Raxoi, que alberga el ayuntamiento.
Pero que el Obradoiro sea una plaza impresionante no debe hacernos olvidar que la catedral está rodeada de otras tres que son verdaderas joyas. Empezando por la de las Platerías, la única puerta románica que queda en toda la catedral, y siguiendo por la de la Quintana, en la que se ubica la Puerta Santa, y que ofrece también impresionantes vistas de todo el recinto monumental. La Plaza de la Azabachería, por su parte, permite admirar uno de los monasterios más grandes de toda España, el de San Martiño Pinario.
Cuando cae la noche, las terrazas y bares del casco histórico son la mejor opción. Para continuar bailando hasta el amanecer sólo hace falta cruzar hasta la zona nueva de la ciudad.Cerca de la catedral, las calles de Santiago son otra visita imprescindible para comprender la esencia de la ciudad: la rúa del Franco es la más visitada por peregrinos y turistas, y en ella abundan los establecimientos de souvenirs y gastronomía. La Rúa Nova, do Vilar y Preguntoiro son otras vías en las que empaparse de la arquitectura tradicional urbana de la ciudad.
De la caminata monumental podemos descansar en el parque de San Domingos de Bonaval, en el que se dan la mano dos edificios de épocas dispares pero que han aprendido a convivir en armonía artística: el Centro Galego de Arte Contemporánea y el monasterio de San Domingos de Bonaval, en el que se ubica el Museo do Pobo Galego, que permite conocer la cultura y las formas de vidas tradicionales de Galicia. Quienes quieran aproximarse a otras manifestaciones culturales pueden optar, además de por otros museos de la ciudad, por la sede de la Fundación Caixa Galicia, en plena Rúa do Vilar, en la que se organizan numerosas exposiciones.
Conforme cae la noche, las terrazas de la zona vieja (si es verano) o los numerosos bares que jalonan las rúas de la ciudad histórica en invierno son una de las mejores opciones. También podemos aprovechar para acercarnos hasta la zona nueva o la Rúa de San Pedro, que une ambas facetas de la ciudad, la antigua y la actual. Cuando cae la noche, Santiago ofrece una amplia gama de opciones para salir y conocer gente. En el casco histórico, los pubs y pequeñas discotecas permanecen abiertas hasta las cuatro de la madrugada, por norma general. La fiesta continúa en la zona nueva, donde se encuentran locales en los que bailar casi hasta el amanecer.
En la web de Turismo de Santiago de Compostela, www.santiagoturismo.com, que cuenta además con una completa agenda para no perderse nada de lo que suceda en la ciudad del Apóstol durante nuestra visita.
Dónde comer
Un clásico de las mesas compostelanas es Casa Marcelo, el restaurante del vanguardista chef Marcelo Tejedor, que ofrece su menú degustación en unas dependencias del siglo XVI. Don Gaiferos (Tel. 981 583 894) es un céntrico establecimiento con platos del recetario gallego, en los que pescados, mariscos y ternera gallega son los protagonistas. La cocina de autor predomina en Ana (Tel. 981 570 792), un local que bebe también de las raíces de la gastronomía autóctona. Cerrado hasta el 30 de agosto por vacaciones.
Dónde dormir
Podemos optar por Virxe da Cerca, con habitaciones que combinan piedra, madera y forja en un ambiente rústico en pleno centro, a mitad de camino entre la zona vieja y la nueva, o por Costa Vella, con un agradable jardín interior y vistas a la catedral, de la que se encuentra a un paso. A cincuenta metros de este emblemático edificio encontramos la Casa de las Artes, un inmueble restaurado en 1999 con paredes de piedra vista y decoración rústica.
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