La selección española de balonmano dio un paso de gigante en sus aspiraciones de alcanzar una de las dos plazas en juego en Alicante para los Juegos Olímpicos de Londres, tras imponerse por 30-27 a Serbia, en un duelo en el que los españoles debieron reponerse a un mal inicio de encuentro.

Atenazado por la presión que le otorga el papel de máximo favorito para lograr el billete olímpico, el conjunto español apenas recordó de inicio al brillante equipo que tan buen papel hizo en el pasado Europeo de Serbia.

Al menos en ataque, donde España desperdició sus primeros cuatro balones, para desesperación de Valero Rivera, que no tardó en mover en banquillo para dar entrada a Mikel Aguirrezabalaga en sustitución de un desacertado Cañellas.

Una circunstancia que no desaprovechó Serbia para situarse rápidamente en el marcador con una inquietante ventaja de tres goles (0-3), que obligaba a reaccionar España de inmediato, si no quería que se le pusiera cuesta arriba un choque que se antojaba definitivo para la clasificación.

Reacción que, cómo no, llegó desde atrás, desde la defensa, la mejor arma del equipo español, donde Valero Rivera, pese al temible plantel de cañoneros del cuadro balcánico, apostó de partida por el 6-0 con constantes salidas, que tan buenos frutos le dio en el Campeonato de Europa.

Así a base de tesón, de agresividad, y una increíble movilidad de piernas, la selección española fue poco a poco enjugando su desventaja hasta igualar la contienda (4-4) a los once minutos de juego.

Pero España necesitaba más, necesitaba subir todavía un punto más su intensidad defensiva para explotar su poderoso contragolpe, un arma imprescindible, y hasta entonces inédita, para las opciones de victoria del equipo español.

Máxime cuando en ataque, salvo por los esporádicos cañonazos de Aguirrezabalaga, la selección siguió mostrando el mismo tono gris de los primeros minutos, incapaz de conectar con los extremos y el pivote, donde Julen Aginagalde no recibió ni un solo balón en ventaja para marcar gol.

Algo que entendió a la perfección Viran Morros, que añadió una dosis más de carácter a la defensa del equipo español, lo que no tardó en traducirse en recuperaciones de balón, que permitieron, por fin, correr a la selección.

Así, a la carrera, España logró su máxima renta del primer tiempo, dos goles (11-9), que Nikcevic, máximo goleador del conjunto serbio en el primer tiempo con cuatro tantos, dejó al descanso en uno solo (11-10).

Pero España ya sabía el camino, aunque le costó encontrarlo en la segunda mitad, ante la irrupción del cañonero Marko Vujin, que abandonó su letargo, para demostrar con tres tantos casi consecutivos su presencia entre los mejores lanzadores del panorama internacional.

Goles que obligaron a la selección a redoblar su esfuerzo defensivo, atascada, como estaba de nuevo en ataque, ante el buen hacer del meta serbio Dragan Marjanac, que por momentos se convirtió en un muro infranqueable para el equipo español.

Un muro que España logró romper definitivamente del pivote Julen Aguinagalde, al que en esta segunda parte sí que le llegó el balón, lo que no tardó en traducirse en el marcador, en el que los de Valero Rivera alcanzaron los últimos ocho minutos de juego con una ventaja de dos goles (25-23) en el tanteador.

Ocho minutos en los que Momir Ilic, elegido mejor jugador del pasado Europeo, obligó al conjunto español a sacar lo mejor de sí mismo, empeñado como pareció en concluir cada ataque balcánico en gol.

Goles a los que dieron réplica Julen Aginagalde y un imponente Víctor Tomás, que no desaprovecharon las superioridades numéricas de las que gozó el cuadro español, para permitir a los de Valero Rivera conservar su ventaja, que el extremo Crisrian Ugalde disparó hasta los tres tantos (29-26) a menos de tres minutos para la conclusión.

Un tiempo en el que España mostró una sangre fría, que le permitió conservar (30-27) tan importante ventaja, que puede ser decisiva en un preolímpico, en el que los españoles ya suman dos puntos que le acercan un poco más a los ansiados Juegos de Londres.

Ficha técnica:

30 - España: Hombrados; Víctor Tomás (5), Maqueda (1), Cañellas (-), Raúl Entrerríos (4), Ugalde (3) y Aginagalde (4) -equipo inicial- Sierra (ps), Gurbindo (1), Rocas (1), Aguirrezabalaga (2), Sarmiento (1), Morros (2), Antonio García (4), Rivera (1) y Guardiola (1)

27 - Serbia: Stanic; Prodanovic (2), Beljanski (1), Vuckovic (-), Manojlovic (-), Ilic (9, 4p) y Nikcevic (5) -equipo inicial- Marjanac (ps), Sesum (1), Vujin (5), Toskic (1), Markovic (-), Stojkovic (-), Rnic (2), Cutura (1) y Stankovic (-)

Marcador cada cinco minutos: 0-3, 2-4, 5-6, 7-7, 9-9 y 11-10 (Descanso) 14-14, 18-17, 19-19, 23-22, 27-25 y 30-27 (Final)

Árbitros: Horacek y Novotny (CZE). Excluyeron por dos minutos a Morros (2) por España; y a Vuckovic, Manojlovic (2), Ilic, Nikcevic y Prodanovic por Serbia.

Incidencias: Primera jornada del preolímpico de Alicante disputado en el Centro de Técnificación ante unos 3.000 espectadores.

El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, asistió en directo al encuentro.