Escrita por William Shakespeare en la época en la que el genio inglés concibió sus grandes tragedias, "Medida por medida", una comedia oscura, llega mañana al Teatro La Abadía de la mano del director Carlos Aladro, quien ha tratado esta obra "profunda y existencial" con "respetuosa irreverencia".

Este texto de Shakespeare es uno de los menos representados en España -hace 40 años que no se interpreta sobre un escenario-, quizá por las numerosas lecturas distintas que plantea y por su complejidad, que Aladro ha querido paliar exponiendo los "grandes temas de la humanidad de manera muy lúdica", según ha explicado hoy en el Teatro La Abadía de Madrid.

Con un elenco de nueve actores que encarnan a 25 personajes diferentes, entre los que se encuentran José Luis Alcobendas, Jesús Barranco, Miriam Montilla e Irene Visedo, "Medida por medida" narra la historia del duque Vicencio, quien al ver que las costumbres de Viena van relajándose cada vez más decide delegar su poder en Ángelo.

Puritano y conservador, Ángelo condenará a un hombre que ha dejado embarazada a su novia antes de contraer matrimonio. Sin embargo, cuando la hermana del condenado, una novicia, acude a Ángelo para suplicar el perdón, éste le ofrecerá un trato: el perdón a cambio de que ella se le entregue en la cama.

"Los motivos que llevan realmente al duque Vicencio a abandonar el poder son inescrutables, aunque al final de la obra se sugieren, por lo que el público se convierte en un personaje activo", asegura el director, que ha basado su montaje en la traducción de Ronald Brouwer.

De hecho, la versión que Aladro ha realizado de "Medida por medida" se centra en este personaje, el Duque, ya que será él quien desencadene toda la acción de este texto sobre el choque de los intereses personales con la moral política.

La obra, que cierra la temporada del Teatro La Abadía y que estará en cartel hasta el 26 de abril, trata el poder y la lujuria desde una perspectiva que integra la comedia con el drama bajo una apariencia de cuento moralizante, consecuencia de la herencia cristiana en Shakespeare.

De este modo, La Abadía recupera al dramaturgo inglés después de seis años desde la representación en sus tablas de "El Rey Lear", dirigida en 2003 por Hansgünther Heyme.