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Abdelaziz gana entre acusaciones de fraude

Según todos los pronósticos, ganaría por mayoría absoluta

EFE

El general Mohamed Uld Abdelaziz será el próximo presidente de Mauritania, si, como apuntan todos los pronósticos, vence con mayoría absoluta en las elecciones celebradas ayer, marcadas por las acusaciones de fraude por parte de la oposición.

A falta de que el Ministerio del Interior haga oficial su victoria, Abdelaziz había obtenido, con el 63,52% de los votos escrutados, un 52,7% de los votos, lo que le evitaría tener que disputar una incierta segunda vuelta.

En segundo lugar quedará, de confirmarse los datos, el líder del principal bloque antigolpista, Mesaud Uld Buljeir, quien leyó un duro comunicado en el que acusó a Abdelaziz de haber orquestado una 'mascarada electoral con el objetivo de legitimar el golpe de Estado' del 6 de agosto de 2008.

En su nombre y en el de otros tres candidatos de la oposición, Buljeir culpó al general golpista, en una rueda de prensa, de 'manipulación del censo electoral, utilización de medios materiales y humanos del Estado, corrupción y compra de votos, y falsificación de tarjetas de identidad y de elector'.

Sin embargo, el representante del Grupo de Contacto Internacional para Mauritania, el chadiano Mohamed Saleh Nadiv, señaló no haber 'recibido hasta ahora ninguna queja apoyada con pruebas' sobre un supuesto fraude electoral, aunque pidió esperar al informe definitivo de los observadores.

El Grupo de Contacto Internacional, que medió en la resolución de la crisis mauritana, está integrado por la Unión Europea, la Unión Africana, la ONU, la Liga Árabe, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y la Organización de la Francofonía.

Las elecciones de ayer, que contaron con la participación de la oposición tras unas duras negociaciones con la Junta Militar, tenían el objetivo de poner fin a la crisis política desatada en el país tras el golpe de Estado de Abdelaziz.

Sin embargo, si se confirma la victoria con mayoría absoluta del general, es incierta la reacción de la oposición, cuyos líderes ya expresaron durante la campaña electoral que ofrecerán resistencia.

El Ministerio del Interior, que debe validar los resultados, está en manos de un miembro de la propia oposición, gracias al acuerdo para la formación de un gobierno provisional de unidad nacional que debía preparar y supervisar los comicios.

Mientras, la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), que también tiene que dar el visto bueno en su informe, está compuesta de forma paritaria por miembros designados por los golpistas y por la oposición.

Tras el anuncio formal por parte del Ministerio del Interior, el Consejo Constitucional deberá ser el que, en última instancia, ratifique la limpieza de los comicios y proclame al ganador.

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