Este artículo se publicó hace 14 años.
ACS solicita su presencia en el consejo de Iberdrola
El grupo constructor ACS ha pedido formalmente representación en el órgano de administración de su participada Iberdrola, dijeron el lunes fuentes conocedoras de la situación, aunque diversos expertos ven difícil que cumpla su objetivo.
Un portavoz de ACS, el mayor accionista de la eléctrica, rehusó hacer comentarios al respecto: "No vamos a comentar nada de Iberdrola durante un tiempo indeterminado", dijo.
Un portavoz de Iberdrola no quiso tampoco confirmar la información.
Fuentes próximas a la constructora aseguran que ACS mantiene viva su aspiración a obtener una representación en el consejo que considera legítima en base a su participación.
Pese a poseer un 12 por ciento en la eléctrica (cerca de un cinco por ciento con derivados), ACS ha intentado sin éxito en otras dos ocasiones entrar en el consejo de la eléctrica, que ha rechazado la propuesta argumentando que no había vacantes.
La junta de Iberdrola que previsiblemente se convocará para finales de marzo sí atenderá en esta ocasión siete nombramientos en el consejo, pero se trata de renovaciones de cargos que vencen.
"ACS está enfrentando dificultades crecientes para cumplir con su pretensión de entrar en el consejo de la eléctrica a pesar de ser su mayor accionista", dijo BPI.
COMPETIDORES
Al margen de si las renovaciones pueden ser consideradas vacantes o no, en algunos círculos sostienen que en contra de la entrada de ACS en el consejo de Iberdrola se podría argumentar que se trata de competidores por las actividades de algunas de las filiales.
"El tema del conflicto de intereses ha cerrado las puertas a grandes accionistas en diversos consejos (...) En el caso de Iberdrola y ACS habría que mirarlo con detenimiento, pero si compiten en distintos concursos puede ser un argumento legal poderoso", explicó un experto en derecho mercantil.
ACS cuenta con una poderosa división de infraestructuras que ofrece servicios auxiliares para compañías distribuidoras de electricidad y gas y opera en distintos ámbitos de ingeniería para eléctricas y energéticas. También cuenta con una pequeña división para la promoción, construcción, explotación y mantenimiento de parques eólicos.
Este fin de semana, un consorcio participado por Cobra, filial de ACS, se hizo con un contrato para repotenciar una central termoeléctrica en México con una inversión de 981 millones de dólares. Iberdrola Ingeniería competía por el mismo contrato.
"Creemos que Iberdrola podría argumentar que ACS es un competidor para impedir su acceso al consejo", dijo un analista.
La constructora es, de lejos, el mayor accionista de la eléctrica por delante de las cajas BBK y Bancaja, que son titulares del 7 y el 5 por ciento del capital, respectivamente.
ACS lleva dos años diciendo que busca incrementar al 20 por ciento su participación en la eléctrica, una circunstancia por ahora incumplida que permitiría consolidar proporcionalmente los resultados de Iberdrola en sus cuentas.
Al margen de alcanzar ese umbral de participación, la representación en el consejo también permitiría la consolidación por puesta en equivalencia.
En 2006 Iberdrola invirtió 2.106 millones de euros en comprar un 6,35 por ciento de Iberdrola a un precio medio de 9,25 euros por acción. En el 'equity swap' por el que controla casi otro cinco por ciento invirtió 2.316 millones de euros (lo que implicaría un precio medio de unos 8,9 euros por acción). Teniendo en cuenta que la acción cotiza a 5,865 euros, ACS acumula importantes minusvalías.
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