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Acuerdan 22 años de cárcel para el acusado de atracar un banco a mano armada

EFE

El hombre de 58 años que, en compañía de otra persona ya fallecida, atracó a mano armada un banco de Motril, en el que disparó contra dos policías que resultaron heridos, ha aceptado una condena de 22 años de cárcel tras un acuerdo entre las partes.

La Fiscalía ha reducido así a la mitad la petición de pena a la que se enfrentaba el acusado, J.M.E.P., que en un principio era de 44 años, tras el acuerdo que, de conformidad con la defensa, ha alcanzado hoy en la sección segunda de la Audiencia Provincial, donde estaba previsto que se celebrara el juicio por estos hechos acaecidos el 4 de junio de 2007.

J.M.E.P., que acumula condenas por múltiples delitos cometidos entre 1982 y 2005, habrá de hacer frente a sendas indemnizaciones de 50.000 y 80.000 euros a los dos policías heridos aunque también ha visto reducida la cuantía de la multa que habrá de pagar por falsedad en documento oficial, que ha pasado de 1.080 a 540 euros.

El acusado podría declararse insolvente para la ejecución de la pena.

El acuerdo ha perfilado las condenas partiendo de la base del reconocimiento de parte de los hechos y la "integridad de los delitos", según fuentes de la defensa.

La Fiscalía ha mantenido la consideración de los hechos como constitutivos de los delitos de robo con intimidación, tenencia ilícita de armas, atentado a agentes de la autoridad, detención ilegal y falsedad de documento público, modificando, entre otras, la petición de cárcel por los dos delitos de homicidio en grado de tentativa a los agentes, uno de los cuales se ha quedado en delito de lesiones.

Los hechos comenzaron cuando el acusado accedió con una pistola semiautomática a una sucursal bancaria de Motril en compañía de otro hombre, ya fallecido, que vigilaba la puerta mientras encañonaba, con otra arma, a los clientes y empleados de la entidad bancaria.

J.M.E.P. obligó a una empleada de la sucursal a entregarle el dinero de la caja, 6.829 euros que guardó en un maletín de mano que contenía un cargador con 12 cartuchos.

Tras apretar la empleada el botón de alarma, los atracadores obligaron a arrojarse al suelo al primer agente que llegó mientras era encañonado para posteriormente dispararle cuando trató de desenfundar su arma.

Otros agentes se dirigieron al lugar y trataron de sacar sus armas para repeler la agresión, momento en el que el procesado efectuó dos disparos, uno de los cuales alcanzó en la pierna a un policía.

Los atracadores huyeron en distintas direcciones hasta que el acompañante del procesado fue detenido tras una persecución en la que hubo un cruce de disparos por el que resultaron heridos el propio delincuente, dos agentes y dos transeúntes, además de cinco vehículos y puertas de establecimientos y fachadas.

En su huida, J.M.E.P. se introdujo en un domicilio a cuyos cinco moradores obligó, esgrimiendo la pistola, a que permanecieran en la vivienda durante dos horas, tras lo cual se cambió de camiseta y gorra y abandonó el lugar, aunque fue detenido poco después.

El acusado portaba una carta de identidad portuguesa a nombre de otra persona, en la que había sido sustituida la fotografía original por la suya.

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