Este artículo se publicó hace 16 años.
Se adivina un Renault más competitivo, mientras Hamilton sigue inalcanzable
La primera jornada de entrenamientos libres del GP de Hungría ha desvelado la esperada mejoría de los dos Renault, que se ha manifestado con los tiempos del español Fernando Alonso y el brasileño Nelson Piquet, y ha puesto de manifiesto que el británico Lewis Hamilton (McLaren Mercedes) juega otra Liga.
El principal piloto de McLaren está dispuesto a no conceder ningún beneficio a la duda y, después de una jornada matinal interesante, en la que acabó con el cuarto mejor tiempo (1:21.535), a 0.554 de Felipe Massa (Ferrari), por la tarde pulverizó el crono al bajarlo un segundo (1:20.554).
A pesar de esta situación, la verdad es que la jornada de libres del viernes no es determinante, ya que los pilotos pueden utilizar un motor diferente al de la carrera, pero sí indicativa de lo que se puede avecinar para la sesión de clasificación del sábado por la tarde.
De hecho, la prueba húngara tiene la peculiaridad, como también sucede en otras carreras, de que en la clasificatoria del sábado los equipos se juegan media carrera del domingo. El hecho de que el circuito de Hungaroring sea escaso en rectas y muy nutrido de curvas hace que la obtención de la 'pole' sea poco menos que medio triunfo.
Así lo ha entendido Hamilton, que sacó el coche del garaje por la tarde y marcó un ritmo que fue insuperable en la mayoría de las 35 vueltas que vio al trazado húngaro. A pesar de no tener ningún significado, sus más inmediatos perseguidores han entendido que será difícil atrapar a Hamilton, y más después de la inercia que lleva el británico, que viene se subirse a lo alto de la general gracia a dos triunfos consecutivos (en los grandes premios de Inglaterra y Alemania).
La sorpresa de la jornada, aunque cada vez parece menos, fue el segundo mejor tiempo que obtuvo el brasileño Nelson Piquet (Reanult), quien viene de ascender al podio en el GP de Alemania, en el quedó segundo, tras Hamilton, de hecho al verse beneficiado por una estrategia a la que se unieron una seria de golpes de suerte, especialmente que saliera el coche de seguridad cuando se encontraba delante con el tanque lleno y a la espera de que muchos pilotos entraran en el garaje.
El segundo tiempo de Piquet, más el cuarto de Alonso, también por la tarde, han propiciado un escenario inesperado, ya que la marca francesa, con depósitos más o menos llenos, ha conseguido un objetivo que parecía que sólo pudiese estar presente en un sueño, como era codearse con los McLaren y los Ferrari.
Esta situación en la segunda sesión de la tarde no ha generado ningún entusiasmo diferente al de los últimos días en Renault, escudería en la que se adivina que los dos bólidos son más competitivos, después de las últimas pruebas efectuadas en Jerez la semana pasada.
Ferrari ha ido de más a menos en la jornada. Mientras por la mañana Felipe Massa y Kimi Raikkonen dominaron la serie en el primer y segundo lugar, respectivamente, por la tarde los tiempos de ambos fueron claramente peores, especialmente los del brasileño, que en 36 vueltas fue incapaz de rebajar el mejor registro que obtuvo por la mañana (1:20.981).
Heikki Kovaleinen (McLaren), que ayer conoció que la escudería británica seguiría contando el año que viene con sus servicios, fue el tercer piloto más rápido de la jornadas, tras el 1:20.760 que obtuvo en los libres de la tarde.
Por de tras de los pilotos de McLaren, Renault y Ferrari, el alemán Nick Heidfeld y el polaco Robert Kubica situaron a los dos BMW Sauber, mientras que Jarno Trulli (Toyota) y Nico Rosberg (Williams) cerraron la clasificación de los diez mejores tiempos.
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