Cambio radical en el conflicto entre el gestor aeroportuario Aena y los controladores aéreos. Las partes reanudaron hoy la negociación, después de que los técnicos renunciaran a su pretensión de convocar huelga este mes, en plenas vacaciones, por 'responsabilidad', en alusión a las repercusiones que habría tenido para el sector turístico.

Las conversaciones fueron calificadas hoy de 'constructivas' por César Cabo, secretario de comunicación de USCA, sindicato del colectivo. En un receso de la reunión, Cabo dijo que USCA tiene 'sensaciones muy positivas' sobre la marcha de las negociaciones. 'Estamos avanzando', añadió.

El sindicato USCA calificó la reunión de hoy de «positiva»

Las partes volverán a sentarse mañana a las 10 de la mañana y, pese a que el encuentro de hoy no propició ningún avance concreto, no se descarta que el acuerdo llegue pronto, según coincidieron hoy en afirmar tanto Aena como USCA.

Antes de la reunión, el ministro de Fomento, José Blanco, valoró la decisión de los controladores de no convocar huelga este mes, aunque lamentó que 'haya pendiente una amenaza', si bien confió en que haya un acuerdo en los 'próximos días'.

El presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, dijo a RNE que algunas demandas del colectivo son 'aceptables', pero que 'no es aceptable reducir la jornada y mantener el salario': 'Seguir ganando 200.000 euros al año pero trabajar menos, que es lo que se pretende, no es posible, ya que salario, jornada y productividad van ligados'.

Aena avisa de que «no es aceptable» reducir la jornada y cobrar lo mismo

La marcha atrás a la amenaza de huelga prevista en agosto siguió cosechando hoy reacciones positivas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se mostró 'aliviada', aunque reclamó una solución 'definitiva' al enfrentamiento.

En el ámbito político, el PP calificó de 'magnífica noticia' la renuncia a la huelga en agosto pero emplazó a Blanco a 'abordar de una vez por todas' el 'problema'. Por su parte, el diputado de IU Gaspar Llamazares volvió a acusar al ministro de utilizar el conflicto para ocultar una maniobra de privatización del sector aeronáutico.