Este artículo se publicó hace 14 años.
La aerolínea alemana Lufthansa vive una huelga histórica
Los pilotos de la aerolínea alemana de bandera Lufthansa iniciaron una huelga el lunes, llevando a la aerolínea a la huelga más extensa de su historia y forzándola a cancelar cientos de empleos.
Los pasajeros que quedaron varados por la huelga que comenzó en la medianoche alemana están siendo reubicados con otras aerolíneas o tienen que tomar trenes para viajes domésticos, después de que fracasaran los intentos de último minuto para llegar a un acuerdo el fin de semana.
Lufthansa estima que la huelga le costaría unos 100 millones de euros (135 millones de dólares) en efectivo, además de ventas de billetes, pérdidas y posibles daños en su reputación, ahora que no saldrán 800 vuelos por día durante cuatro días.
Los viajeros europeos podrían sufrir más contratiempos, ya que el lunes también era el último día de una votación de huelga de los tripulantes de cabina de la competidora de Lufthansa, British Airways, para una medida similar, que podría perjudicar a los viajes de la segunda mayor economía de Europa.
Unos 4.000 pilotos alemanes de Lufthansa votaron a favor de la huelga ante el temor de que la compañía podría tratar de recortar costes de personal externalizando empleos a subsidiarias extranjeras como Austrian Airlines o Lufthansa Italia, en las que los salarios son menores.
El salario inicial para el primer oficial de una cabina de Lufthansa es de 62.000 euros, para un capitán es de 115.000 euros, según el sitio de reclutamiento de la empresa. Informaciones de medios ponen el techo de los salarios de pilotos en torno a los 325.000 euros.
"Como hemos venido diciendo la semana pasada, esos pilotos quieren ser tratados como gerentes pero actúan como chóferes de colectivos malpagados", dijo un operador de bolsa local.
ESTANCAMIENTO
Los pilotos de Lufthansa han ofrecido renunciar a las subidas salariales a cambio de cierta decisión sobre las rutas o los puestos de pilotos que son transferidos a otras aerolíneas de grupo. Lufthansa ha rechazado esa petición, indicando que supondría ceder el control sobre partes de la estrategia del negocio a sus trabajadores y al sindicato.
La recuperación económica alemana se estancó a fines del 2009 y los trabajadores están cada vez más preocupados por las pérdidas de empleos. Buscan que los empleadores prometan seguridad laboral a cambio de concesiones sobre el salario, como ha hecho Volkswagen.
Trabajadores del sector de la construcción también han aceptado incrementos moderados de salario para ayudar a ampliar las perspectivas laborales.
El fin de semana, el sindicato de los pilotos ofreció nuevas negociaciones, pero Lufthansa dijo que no reanudaría las discusiones a menos que el sindicato abandonara las exigencias de lo que veía como una influencia indebida en las decisiones gerenciales, lo que dejo a ambas partes en un punto muerto.
"El conflicto es muy difícil de resolver y una acción de huelga continua no podría ser descartada", recalcó el analista Jochen Rothenbacher de Equinet.
Mientras tanto, aerolíneas rivales, operadores ferroviarios y firmas de alquiler de autos, se beneficiaría de la huelga dado que los pasajeros de Lufthansa se cambian a modos alternativos de transporte.
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