Afganistán podría oponerse a la presencia de tropas extranjeras en su territorio si éstas no cooperan con las fuerzas afganas para derrotar a los insurgentes liderados por los talibanes en todo el país, dijo el sábado el ministro de Exteriores.

El presidente Hamid Karzai y su Gobierno están siendo cada vez más elocuentes en las últimas semanas en sus críticas contra las fuerzas occidentales en Afganistán y su incapacidad para reprimir la creciente insurgencia talibán después de más de siete años de conflicto.

Destacados líderes talibanes y de Al Qaeda siguen huidos y la seguridad empeora día a día, planteando dudas sobre las perspectivas de estabilidad en Afganistán.

El ministro de Exteriores, Rangeen Dadfar Spanta, dijo que Karzai había pedido recientemente a los países con tropas en Afganistán que enviaran a sus soldados a la frontera para impedir que los extremistas entraran desde sus refugios en territorio paquistaní.

De no hacerlo empujarían al Gobierno afgano a expresar su oposición a la presencia de tropas extranjeras.

"Para el estado islámico de Afganistán, no es tolerable de ningún modo que haya más partes de nuestro país bajo la ocupación de criminales, traficantes de droga, Al Qaeda y terroristas talibanes", dijo Spanta en una rueda de prensa.

"Queremos encarecidamente que la comunidad internacional coopere con la policía nacional y el Ejército de Afganistán para devolver esas áreas bajo control del Gobierno", declaró. "De otro modo, el Gobierno de Afganistán no estará de acuerdo (con la presencia de tropas extranjeras)".

Spanta dijo que esperaba que los 41 países con tropas bajo mando de la OTAN y Estados Unidos en Afganistán escucharan la demanda del Gobierno, pero si no lo hacían, Kabul confiaría en sus propias fuerzas de seguridad, pese a los peligros que eso entrañaba.

El ministro dijo que había planteado la cuestión con su homólogo danés, Per Stig Moller, de visita en el país.

Moller no se refirió directamente a la demanda en la rueda de prensa conjunta, pero dijo que las fuerzas extranjeras deberían centrarse en proyectos de desarrollo una vez que despejen de militantes una zona.