Este artículo se publicó hace 13 años.
Los afroamericanos aun sobreviven menos al trasplante cardíaco
Por Amy Norton
Mientras que los pacientesblancos que reciben un trasplante cardíaco viven cada vez más,a los afroamericanos no les va tan bien.
Un equipo halló que de más de 39.000 estadounidensestrasplantados entre 1987 y el 2009, el porcentaje de receptoresque murió en entre uno y cinco años fue disminuyendo con elcorrer del tiempo.
Pero los afroamericanos tenían tasas de mortalidad másaltas que los blancos, una brecha sin variación durante dosdécadas, publica la revista Circulation, según un análisis dedatos nacionales de la United Network of Organ Sharing, queadministra el sistema nacional de trasplantes de órganos.
El 36 por ciento de los receptores afroamericanos murió enlos cinco años posteriores al trasplante, comparado con el 26,5por ciento de los blancos, el 29 por ciento de los hispanos yel 26 por ciento de los receptores de otras etnias.
Al considerar la edad, la enfermedad cardíaca y el segurode salud, sólo los afroamericanos tenían más riesgo de morirque los blancos.
Se desconoce el motivo, pero para el autor principal,doctor Vincent Liu, los resultados apuntan a un factor: lasupresión inmunológica con fármacos para que el organismo norechace el nuevo órgano. Según Liu, no actuaría tan bien en lospacientes afroamericanos.
El equipo halló que los receptores afroamericanos eran máspropensos que el resto a morir por una falla del nuevo órgano uotros problemas cardíacos. Y algunas de esas complicacionespodrían atribuirse, según los autores, a una inmunosupresióninadecuada.
Los afroamericanos fueron más proclives a tener que serhospitalizados a los dos años del trasplante por problemas queincluían el rechazo del órgano.
Por otro lado, los pacientes de otras etnias fueron máspropensos que los afroamericanos a morir por infecciones ocáncer, lo que podría atribuirse a un exceso de lainmunosupresión.
"La causa de esta disparidad (en las tasas de mortalidad)parece ser, por lo menos en parte, la diferencia en elresultado de la inmunosupresión", dijo Liu, de la StanfordUniversity en California. El estudio no pudo demostrarlo.
El problema, comentó Liu, es que no existe un test simplepara medir si la inmunosupresión de un paciente es "adecuada".
Los médicos deben confiar en otros marcadores, como losniveles en sangre de los inmunosupresores, para ajustar lasdosis en el tiempo. Y eso, para Liu, dejaría de ladodiferencias étnicas en la absorción de los fármacos o susefectos adversos.
El autor recordó que estudios previos habían sugerido queel ingreso y otros factores sociales influirían en ese peorpronóstico de los receptores de órganos afroamericanos. Es quedespués de un trasplante, los pacientes deben adoptar uncronograma estricto de medicamentos, consultas médicasregulares y modificar el estilo de vida.
Pero hay esperanza de que la brecha disminuya. Liu comentótambién que en un estudio previo sobre receptores detrasplantes de pulmón se había hallado una disminución de ladiferencia en la supervivencia de blancos y afroamericanos,hasta desaparecer a partir del 2001.
Para Liu, se necesitan más estudios para descubrir lascausas de las diferencias étnicas en la inmunosupresión y lasupervivencia de los trasplantados cardíacos.
FUENTE: Circulation, online 4 de abril del 2011
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