El agua que derramó Esperanza Aguirre

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, protagonizó este jueves un nuevo episodio curioso durante el pleno de la Asamblea de Madrid cuando sin querer derramó agua en la mesa de su escaño, cerca del micrófono y del sistema de votación.

Precisamente, la semana pasada la Cámara vivió momentos de tensión (vídeo en el que Aguirre 'desafía' a la Cámara con una botella de agua) cuando la jefa del Ejecutivo conoció la decisión de la Junta de Portavoces de prohibir la entrada de agua en el hemiciclo para evitar estos incidentes hídricos que estropean los sistemas eléctricos, y reclamó que se levantara tal medida. La protesta fue duramente criticada por la oposición, que consideró la actitud de la presidenta madrileña una falta de respeto a las decisiones de la institución.

Dicho pleno comenzó con una bronca de 15 minutos entre la presidenta de la Cámara, Elvira Rodríguez y los diputados, por la decisión de prohibir a estos últimos que tengan botellas. De hecho, la siguiente reunión de los portavoces de los grupos parlamentarios, donde el Partido Popular tiene mayoría absoluta, puso fin a la decisión de limitar la entrada de agua en la sala.

Pese a que la decisión fue consensuada mediante Junta de Portavoces por todos los grupos de la Asamblea, los conservadores, encabezados por Esperanza Aguirre, echaron para atrás la medida, que ya es efectiva en otras cámaras, como en el Congreso de los Diputados. Allí, por ejemplo, los parlamentarios deben salir de la sala para conseguir un poco de hidratación. Está prohíbido beber debido a los habituales descuidos, que se repiten con relativa frecuencia. Una medida indispensable para el mantenimiento de los sistemas de votación electrónicos.  En dicho caso, se habilitaron unas fuentes fuera del hemiciclo.

Este jueves, al darse cuenta del accidente, Aguirre se mostró azorada y gesticulando pidió unas servilletas para poder retirar el agua derramada; labor a la que le ayudaron con aire divertido sus compañeros de escaño, el vicepresidente Ignacio González y el consejero de Presidencia, Francisco Granados.