La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha dicho hoy que da por 'no recibida' la petición del lehendakari Patxi López de que retire sus palabras sobre la eventualidad de que se suspenda la final de la Copa del Rey de fútbol si hay una pitada al himno español. En la carta, a la que ha tenido acceso Efe, Aguirre insiste en que si la final -que mañana disputan el Barcelona y el Athletic de Bilbao- se convierte en un 'bochornoso' espectáculo, 'lo mejor es que el partido se celebre a puerta cerrada'.

Aguirre plantea a López que la 'sensatez y la serenidad' son mejor tratadas 'cumpliendo la ley que obliga a respetar los símbolos'. La presidenta madrileña, que no asistirá mañana al partido, expresa su sorpresa porque el lehendakari no haya enviado una carta al presidente del Athletic de Bilbao para aconsejar a sus seguidores 'respeto a las normas, protocolos y tradiciones'. La presidenta madrileña añade haber recibido su carta y confiesa sentirse sorprendida, 'aunque no mucho', de saber que al lehendakari le disgusta la idea de que la final se juegue a puerta cerrada si hay pitidos, algo que 'ni el príncipe de Asturias ni todos los españoles tenemos que soportar'.

Recuerda que el partido es de una competición que se disputa desde 1902 y en la que los dos finalistas son los que encabezan la lista de ganadores. Ese partido une su nombre al del jefe del Estado, que 'es recibido con el himno de todos los españoles', dice Aguirre, quien admite que los dos equipos 'tienen millones de seguidores en toda España y en todo el mundo, que son completamente ajenos a las reivindicaciones independentistas de los promotores de la pitada'.

'Un fuerte abrazo, con mi deseo de que gane el mejor' es la fórmula empleada por Aguirre en la carta a López, en la que también destaca que los madrileños dan la 'cordial' bienvenida a los seguidores que quieren ver a su equipo 'Campeón de España'. Previamente Patxi López había escrito a Aguirre para expresar su 'desacuerdo y desagrado' con las declaraciones de la presidenta madrileña que, a su juicio, 'proyectan sobre las aficiones (de Barça y Athletic) posibles comportamientos alentados por minorías que quieren aprovechar la final para amplificar reivindicaciones extemporáneas y conductas reprobables'.

Tras calificar esas declaraciones de 'desafortunadas', el lehendakari pedía a Aguirre que retirara esas palabras como contribución a la sensatez y la serenidad, de modo que el partido de mañana sea 'exclusivamente una gran fiesta del fútbol'.