Ahmadineyad amenaza a los iraníes "traidores" y anuncia que tomará medidas

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, calificó de "traidores" a iraníes "influyentes" que se oponen a su política nuclear, y manifestó que tomará medidas en su contra "cuando acabemos con el tema del caso nuclear".

Su declaración coincidió con otra del jefe del todopoderoso Consejo de Expertos, Hashemí Rafsanyani, en la que éste instó a los iraníes a "unirse para superar los problemas" del país y hacer frente a los "peligros" que rodean a la República Islámica.

"El enemigo intenta impedir que alcancemos el máximo de la felicidad, y desafortunadamente hay algunas personas en el interior del país que han dirigido a nosotros más golpes que los extranjeros en los últimos años", dijo Ahmadineyad en un discurso en la Universidad de Ciencia e Industria de Teherán.

Insistió en que su país, pese a las presiones internas y externas respecto al programa nuclear, "no dará marcha atrás y no permanecerá con los brazos cruzados mientras los traidores sigan haciendo lo que les da la gana".

"Algunos individuos influyentes intentan presionar a un juez para que declare no culpable a un espía (..) el pueblo no permitirá que esas personas salven a los criminales del castigo de la Justicia", añadió el mandatario iraní, sin dar a conocer detalles concretos, según la agencia IRNA.

Tras señalar que su Gobierno "guarda silencio de momento por algunas sensibilidades en el tema nuclear", Ahmadineyad prometió que "las circunstancias no seguirán siendo las mismas", y que "después de acabar con el asunto del caso nuclear (iraní) descubriremos a esas personas".

Asimismo, advirtió que "el enemigo utiliza a algunas personas en el interior y ejerce presiones económicas sobre Irán para obligarnos a 'regatear' respecto al expediente nuclear, pero (la República Islámica) lucha para hacer frente a esos desafíos".

Las advertencia de Ahmadineyad y el llamamiento hecho por Rafsanyani en favor de la unidad entre los iraníes se producen después de las informaciones de las últimas tres semanas acerca de posibles divergencias en el seno del Gobierno de Teherán respecto a la política atómica del presidente.

Las conjeturas sobre las divergencias aparecieron con fuerza en octubre, tras la dimisión del hasta entonces principal negociador iraní en materia nuclear Ali Lariyani, y fueron desmentidas por el Gobierno iraní.

Varios comentaristas iraníes subrayaron entonces que Lariyani, uno de los veteranos políticos de ese país y rival de Ahmadineyad en las elecciones de 2005, optaba por una postura más flexible en la negociación con la comunidad internacional respecto al programa atómico.

Lariyani, ahora asesor del líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, era hasta el pasado 20 de octubre secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN), la institución responsable de la política exterior iraní.

Irán cuenta con distintas corrientes políticas islámicas, desde tradicionalistas hasta moderados y ultraconservadores, y dentro de cada tendencia hay varios grupos rivales.

En estas circunstancias, Hashemí Rafsanyani recordó a los iraníes que "nuestras victorias las hemos obtenido gracias a nuestra unidad", incluido el derrocamiento en 1979 del régimen monárquico del Shá Mohamad Reza Pahlavi, que "fue un milagro histórico alcanzado gracias a la salida unificada de los iraníes a la calle".

"La Constitución debe ser el eje de nuestra unidad nacional", dijo Rafsanyani, cuyo consejo es una de las instituciones más influyentes de Irán, y tiene entre sus atribuciones la destitución y la elección del Líder Supremo del país, según la agencia Mehr.

"Nuestra región atraviesa momentos difíciles. El peligro lo estamos viendo y tenemos que tomarlo en serio", dijo Rafsanyani, de 73 años y presidente de Irán entre 1989 y 1997, tras señalar que "los americanos (EEUU) han enviado grandes cantidades de sus tropas a la zona".