Este artículo se publicó hace 15 años.
Ahmadineyad pide el voto de confianza para luchar contra los arrogantes
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, defendió hoy ante el Parlamento su nuevo gabinete, que según sus palabras ha diseñado para reavivar la economía nacional y luchar en el exterior contra los "arrogantes" y en favor de los oprimidos.
Ahmadineyad abrió la sesión para el voto de confianza, que se perfila como un examen de la capacidad de maniobra que tiene el presidente, criticado tanto por la oposición reformista como por un amplio sector de conservadurismo moderado.
Entre continuos murmullos de muchos de los diputados, el mandatario pidió el apoyo y la confianza de la Cámara para poder hacer frente "a los enemigos extranjeros".
"Nuestra política (exterior) estará dirigida a dar apoyo a los pueblos oprimidos y hacer frente a los arrogantes... Irán es partidario del dialogo constructivo con todos los países menos con Israel", agregó en un discurso de casi una hora.
Ahmadineyad presentó el pasado 19 de agosto un gabinete renovado con hombres muy cercanos a la Guardia Revolucionaria y una decena de rostros que repiten.
Escasas horas después, varios diputados de tendencia conservadora moderada advirtieron que casi una tercera parte de los aspirantes parecían no contar con los méritos exigibles.
El sábado, el diputado Ahmad Tavakoli, pronosticó que, tras una larga semana de negociaciones, al menos siete de los candidatos serán rechazados finalmente el miércoles por la Cámara, cuando se efectúe la votación.
En declaraciones a la agencia de noticias estudiantil Ilna, el parlamentario conservador apuntó como razón su carencia de experiencia en puestos de gestión ejecutiva.
La polémica gira en torno a algunos de los ministerios más importantes del país, en los que Ahmadineyad quiere colocar a sus más estrechos colaboradores.
Entre ellos destaca el ministerio de Petróleo para el que ha sido propuesto el anterior ministro de Comercio, Masud Mirkazemi.
Pese a que algunos organismos del sector le han dado su apoyo, en el Parlamento hay quien cuestiona su capacidad por falta de experiencia en el ramo.
Ya en la primera legislatura Ahmadineyad se topó con la resistencia de la Cámara, que rechazó a los tres primeros candidatos que presentó a este ministerio.
Igual reticencia despierta la cartera de Interior, para la que el presidente ha optado por su anterior ministro de Defensa, Mustafa Nayar, un general con estrechos vínculos dentro de la cúpula Ejército.
El diputado Hesmatolalah Falahatpisheh advirtió este fin de semana que el hecho de que el militar desempeñara una efectiva labor durante la anterior legislatura no garantiza que vaya a conseguir el apoyo de los diputados.
Existe también incertidumbre sobre la aprobación de las tres mujeres propuestas para los ministerios de Bienestar Social, Sanidad y Educación.
Al parecer, los grandes ayatolá, cuya opinión no es vinculante pero si influyente, han expresado sus dudas sobre su capacidad de gestión.
De ser aceptadas, se convertirían en las primeras mujeres en alcanzar el rango de ministro en los treinta años de historia de la República Islámica.
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