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Al Asad incluye a opositores y mantiene a pesos pesados en su nuevo Gobierno

EFE

El nuevo Gobierno sirio aprobado hoy por el presidente Bachar al Asad incluye a dos figuras de la oposición interna y un nuevo Ministerio para la Reconciliación Nacional, aunque mantiene a pesos pesados del régimen como los ministros de Defensa y Exteriores.

La aparición de dos opositores "tolerados" en el gabinete del nuevo primer ministro, Riad Hiyab -nombrado hace 17 días-, ha sido interpretado dentro de Siria como un gesto a la oposición interna, supuestamente más inclinada a llegar a acuerdos con el régimen sobre las reformas en el país.

El líder del Partido Social Nacionalista Sirio, Ali Haidar, asumirá la nueva cartera de Reconciliación Social, mientras que el presidente del Frente Popular para el Cambio y la Liberación, Qadri Yamil, será viceprimer ministro para Asuntos Económicos y ministro de Comercio.

Al mismo tiempo, los titulares de Defensa, Daud Rajha, y Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, ascienden un peldaño y obtienen también el cargo de viceprimer ministro.

Otra de las figuras con mayor peso en el Gobierno, el ministro del Interior, Ibrahim Shaar, conserva igualmente su cartera, mientras que el titular de Información, Adnan Mahmud, es relevado por Omran Zubi.

Nacido en 1966 en Deir al Zur, en el este del país, el nuevo jefe del Ejecutivo era ministro de Agricultura en el Gabinete de su predecesor, Adel Safar, formado el 14 de abril 2011.

Hiyab es doctor en Ingeniería Agrícola y fue secretario general del partido gubernamental Al Baaz en su localidad natal entre 2004 y 2008.

Desde esa fecha hasta febrero del 2011, fue gobernador de la provincia de Quneitra, en el suroeste, y posteriormente gobernador de Latakia, en el oeste, cargo que ocupó hasta que fue nombrado ministro de Agricultura.

Su predecesor accedió al cargo el pasado año con el encargo de convertirse en el "salvador" de la economía del país.

Sin embargo, su gabinete no logró estar a la altura de las expectativas ni respondió a los desafíos que afronta el país, inmerso en desde hace 18 meses en un cruento conflicto civil que ha causado la muerte a más de 10.000 personas, según los datos que maneja la ONU.

La prensa siria cree muy improbable que el nuevo Ejecutivo se desmarque de la actual política del régimen hacia los "grupos terroristas", como denomina Damasco a los rebeldes armados que pretenden acabar con el régimen de Al Asad.

La designación de un nuevo Ejecutivo se produce tras la celebración de elecciones legislativas el pasado 7 de mayo, de las que salió un Parlamento con mayoría de la coalición a la que pertenece el partido gubernamental Baaz y que fueron boicoteadas por la mayor parte de la oposición al considerarlas una farsa.

Esos comicios fueron parte de las reformas prometidas por el régimen, entre ellas la aprobación en referéndum de una nueva Constitución, que fueron encargadas al anterior Ejecutivo de Safar para aplacar así las revueltas populares.

La violencia, sin embargo, no se ha detenido, ni siquiera con el acuerdo para un alto el fuego alcanzado hace dos meses con el mediador internacional, Kofi Annan, y que los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) dan por finiquitado.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres, los rebeldes han matado a un centenar de militares del régimen este semana.

Mientras, los grupos de la oposición hablan de más de 13.000 personas muertas en todo el país desde el comienzo de la rebelión, en marzo de 2011.

Una misión de observadores de la ONU suspendió hace una semana sus trabajos en Siria por el deterioro de la seguridad, después de que sus patrullas sufriesen ataques crecientes en las ciudades que visitaban.

La remodelación gubernamental coincide con la crisis abierta con Turquía después de que las baterías antiaéreas sirias derribasen el viernes un caza del Ejército turco en aguas territoriales sirias, frente a las costas de la ciudad de Latakia.

"La defensa antiaérea militar detectó un aparato aéreo no identificado que volaba a una altitud baja y gran velocidad" a un kilómetro de la costa siria, explicó este sábado un portavoz militar sirio a la agencia oficial Sana.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, avanzó el viernes en un comunicado que cuando se aclare el incidente, en el que su país perdió un cazabombardero tripulado por dos pilotos de elite, tomará "las medidas adecuadas".

Damasco confirmó que unidades navales de los dos países cooperan en una operación para rescatar a los dos pilotos derribados.

El presidente turco, Abdullah Gül, admitió este sábado que el avión derribado podría haber vulnerado el espacio aéreo del país vecino.

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