Al menos 18 reclusos murieron el lunes en un motín en una prisión de México cercana a la frontera con Estados Unidos, algunos en un incendio después de un tiroteo entre bandas rivales.

El motín comenzó la madrugada del lunes en Reynosa, cerca de la frontera con Texas, una ciudad industrial donde opera el poderoso cártel del Golfo, dijo la fiscalía estatal.

"Hubo una balacera (tiroteo) y después un incendio. Entre los muertos hay cuerpos calcinados", dijo un portavoz de la fiscalía.

No estaba claro como comenzó el motín ni el incendio.

El director de la prisión, Apolonio Villareal, dijo en una rueda de prensa en Reynosa que la cifra de muertos había aumentado a 18.

que tiene unos 2.000 internos pero fue diseñada para 1.000 - dijeron a Reuters que podrían haber muerto hasta 25 reos en el enfrentamiento.

Villareal dijo que las bandas rivales se pelearon durante tres horas con cuchillos y pistolas, prendiendo fuego a parte de la prisión con cerillas y gasolina.

Soldados fuertemente armados sofocaron la lucha y rodearon la prisión, pero algunos familiares de los reclusos lograron entrar en el penal, desesperados por averiguar si sus parientes estaban entre los muertos, de acuerdo con medios locales.

México ha sufrido varios motines en prisiones este año. El mes pasado, unos 23 prisioneros murieron en un motín en una cárcel superpoblada fronteriza en Tijuana.

La guerra entre las bandas rivales del narcotráfico ha llegado a las cárceles mexicanas llenas de traficantes, mientras el presidente Felipe Calderón aumenta los arrestos en su intento por frenar la violencia.

A pesar de que el Gobierno ha enviado decenas de miles de soldados y policías federales a distintos estados del país, la violencia de la droga en medio de lucha por las rutas de narcotráfico está aumentando y ha dejado más de 3.700 muertos en lo que va del año.