El presidente del Comité Federal del Partido Comunista de España (PCE), Felipe Alcaráz, ha acusado hoy al coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, de 'romper la democracia interna' de la coalición y de abortar la posibilidad de consenso.

En una rueda de prensa celebrada en Gijón durante la inauguración de una nueva sede del Partido Comunista de Asturias, Alcaraz ha criticado la decisión de Llamazares de presentar un segundo documento 'personal' alternativo al del PCE para que sea debatido en el proceso asambleario previo al congreso de IU.

El dirigente comunista ha dicho que Llamazares 'ha roto la democracia interna y el método de unidad' establecido para el debate y ha anunciado que en ese contexto 'no va a haber acuerdo' entre los sectores de IU.

Según Alcaráz, el documento de Llamazares carece de autocrítica sobre la dirección que ha tomado el Grupo Parlamentario en la pasada legislatura como 'socio' del Gobierno socialista que ha 'votando leyes' contrarias a decisiones federales de IU.

Llamazares ha dado apoyo a presupuestos con superávit en momentos difíciles para los trabajadores y ha votado la ley orgánica de Educación, la ley de Defensa y el canon digital, que es una 'privatización de los impuestos', ha afirmado.

Según el presidente del PCE, el pacto constitucional se 'ha roto' y su organización política propondrá el voto en contra en un posible referéndum para la reforma de la Constitución.

Alcaráz ha dicho que la monarquía tiene 'una superprotección' concedida en forma de 'discriminación positiva' con efectos en el código penal y en los acuerdos políticos, y que buscará modificar esa situación.

El PCE buscará darle una dirección hacia la 'tercera república' a la reforma constitucional que, según el dirigente comunista, se abordará por la necesidad que tiene la Casa Real de ablandar la rigidez de las normas sobre la sucesión al trono.

Alcaráz ha afirmado que la izquierda española atraviesa por un 'momento difícil' y ha atribuido a la dirección de IU la responsabilidad de la crisis por haber 'creado broncas' en varias organizaciones regionales.

En ese sentido, ha considerado 'ilegal' la inscripción de Izquierda Unida de Asturias como partido político en el registro del Ministerio del Interior bajo las siglas IX, y ha abogado por la reconstrucción del PC como epicentro de las 'izquierdas transformadoras'.