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Alemania apunta al pie de Europa

Jean-Claude Trichet trató ayer a unos cuantos de los 17 países de la zona del euro y sus 331 millones de habitantes como a niños

ANA FLORES

Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), trató ayer a unos cuantos de los 17 países de la zona del euro y sus 331 millones de habitantes como a niños. En su intervención tras el consejo, hubo muchas peticiones de que explicase la subida de los tipos de interés. No a la máquina alemana y a sus obsesiones con la subida de los precios, sino a los jóvenes que quieran comprarse una casa en Irlanda, en Portugal o en general a los ciudadanos de países con débiles crecimientos económicos. Y Trichet contestó aquello de si duele, es porque está curando. 'Directa o indirectamente', dijo, 'es mejor para todos contener la inflación'.

Pero, ¿dónde está aplicando Trichet la medicina? ¿Qué ocurre cuando contener la inflación no está en manos del BCE? ¿Qué pasa cuando la provocan factores externos como el petróleo y la energía en general, disparados por los conflictos en el norte de África y el desastre natural de Japón, algo que, reconoció el propio Trichet, escapa a su control?

Los expertos temen que nuevas subidas de tipos lastren a las economías débiles

La herramienta de subir los tipos se utiliza para que los bancos cobren más por los créditos y paguen más por los depósitos. Esto hace que ahorrar sea más atractivo y que los hogares y las empresas con necesidades de financiación se lo piensen antes de pedir un crédito para consumir o invertir. La menor demanda contiene los precios. Pero ¿quiere Europa que baje la demanda? Para los países en los que ni se consume ni se invierte con fuerza, como España, una subida de un cuarto de punto 'no pone en riesgo la recuperación, pero no ayuda', explica Jesús Palau, profesor del Departamento de Control y Dirección Financiera de Esade. Pero si Trichet decide seguir subiendo, y no lo descarta, puede ser un tiro en el pie. 'Son decisiones al servicio de Alemania, que ha empezado a recuperarse', comenta Alberto Montero, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga. 'No entiendo cómo en la situación actual se pueden subir los tipos, salvo por Alemania', coincide Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía Aplicada de la Universitat de Barcelona.

Una de las consecuencias más obvias de las subidas de tipos es el encarecimiento de las hipotecas. El anuncio de que Trichet iba a subir tipos ha llevado al euríbor, principal referencia de los préstamos para vivienda, a superar el 2%, y sigue al alza. Nuevas subidas podrían, según algunos analistas, situarlo en el entorno del 3% este mismo año.

En España, el consumo, la inversión y el empleo, afectados

El efecto se notará desde otoño y a lo largo de 2012, cuando todas las hipotecas hayan pasado por revisión, recuerda José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Según se vaya produciendo la actualización, la renta disponible de las familias para consumo irá disminuyendo. Efecto que se sumará 'al derrumbe de la tasa de ahorro' mensual de los hogares (18% en 2009 frente a 13,5% en 2010), explica Montero, 'que se debe a que los ahorros acumulados se están agotando'. Y si el consumo no repunta es que 'se están gastando ahorros para mantener el nivel de vida'.

Tampoco es bueno para la inversión empresarial y por tanto para el empleo, opina Montero. 'España está ahora utilizando el 70% de su capacidad instalada de producción. La contracción de la inversión va a hacer que se mantenga esa capacidad o incluso menos'. Eso es malo para el empleo y esto a su vez, unido a la subida de tipos, puede 'provocar un aumento de la morosidad', comenta Palau.

Para José Carlos Díez, sin embargo, 'España ya sufrió el equivalente a una subida de tipos el año pasado por la subida de la rentabilidad exigida a la deuda, que aumentó el coste de financiación de la banca y por tanto el de las empresas'. Ahora esa financiación es en comparación más barata.

La subida de tipos 'conllevará una mayor subida del euro frente al dólar salvo que la Reserva Federal (el banco cental de EEUU) siga al BCE', explica José Carlos Díez. Esto puede afectar negativamente a las exportaciones y al turismo españoles, puesto que 'competimos con el Caribe'. Recuerda Díez, sin embargo, que los conflictos del norte de África han permitido colgar el cartel de completo a destinos como Canarias.

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