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Alertan de descenso de cambios de neumáticos y de riesgo para la seguridad vial

EFE

Un estudio del Real Auytomóvil Club de España (RACE) y del fabricante Goodyear alerta sobre un descenso este año del cambio de neumático y del consiguiente riesgo que ellos tiene para la seguridad vial.

Ambas organizaciones calculan en un 6% el descenso del número de cambios de neumáticos en relación al año pasado e inciden en el incremento del riesgo que ello supone con la llegada de la estación invernal.

Recuerdan que en España casi uno de cada cinco accidentes mortales se producen con el asfalto mojado, de ahí la importancia de asegurar una buena adherencia a la carretera.

El RACE ha analizado el comportamiento de los neumáticos sobre suelo mojado en el centro de innovación del neumáticos de GOODYEAR situado en Luxemburgo, con objeto de comprobar las diferencias existentes entre calzar unos neumáticos en buen estado, o bien descuidar la profundidad del dibujo o su presión de inflado.

En este centro de pruebas se pudo constatar, analizando la "huella" que deja en neumático sobre el asfalto, cómo influye la velocidad y el desgaste del neumático en su agarre sobre suelo mojado.

A 100 Km/h sobre suelo mojado el área de contacto de un neumático nuevo al asfalto es de un 77%, mientras que con un neumático desgastado este área de contacto con la carretera es de sólo un 5%.

Los resultados del análisis también revelan que con un neumático con una profundidad de las ranuras principales de la banda de rodamiento de 1,5 milímetro, por debajo del mínimo legal de 1,6, la distancia de frenado sobre suelo mojado se multiplica por tres respecto a la frenada con un neumático en buen estado.

Para minimizar el desgaste del neumático se debe evitar realizar una conducción brusca, las altas velocidades, las altas temperaturas, llevar el vehículo muy cargado, pero, sobre todo, llevar una presión incorrecta y una mala alineación o equilibrado.

Otro de los grandes problemas de conducir con un neumático desgastado sobre calzada mojada es que aumenta la posibilidad de sufrir el denominado efecto "aquaplaning", que se produce cuando el dibujo del neumático no es capaz de evacuar grandes cantidades de agua.

La consecuencia es que el neumático pierde el contacto con la superficie del asfalto y el conductor puede perder el control del vehículo, situación en la que la respuesta debe ser la sujeción del volante y levantar el pie del acelerador, sin girar la dirección ni pisar el freno.

El club automovilista, ante la llegada del invierno, recomienda revisar la huella del neumático, ya que aunque la profundidad mínima legal son 1.6 milímetros, en la estación invernal, para un buen agarre en nieve o hielo, se recomiendan 4 milímetros.

Se ha de observar si hay desgastes irregulares, roturas o deformaciones, ya que ello puede ser deberse a una mala suspensión, o si la goma presenta grietas o tiene objetos clavados.

Igual importancia tiene circular con la presión adecuada y la protección del neumático de la suciedad y de la humedad típica del año.

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