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Alinghi, del sueño como desafío a devolver la Copa a Europa y ser doble campeón

EFE

El Alinghi ha pasado de ser un sueño hecho realidad por Ernesto Bertarelli para ganar la Copa América a convertirse en dos veces defensor y entrar en la historia de la centenaria regata por "devolver" por primera vez el trofeo a Europa, donde nació pero donde no había vuelto en más de siglo y medio.

El magnate suizo, avalado por su gran fortuna y amante de la vela desde niño, creó en 2000 un equipo para la Copa del América y le puso el nombre de Alinghi, un nombre secreto surgido de su imaginación y la de su hermana durante su infancia de vacaciones en la Toscana y con la que nombraban todas las cosas que veían.

Esa palabra mágica, inventada en su niñez y que da nombre al equipo, ha calado ya en todo el mundo, después de que Alinghi pasara a la historia por devolver la Copa a Europa por primera vez desde las regata inaugural en 1851, al arrebatársela de forma apabullante (5-0) a los neozelandeses en marzo de 2003, en su primera participación en esta competición.

El equipo suizo pasó así de ser desafío a ser el campeón del trofeo deportivo más antiguo del mundo y entrar con honores en la historia de la competición, un éxito que repitió en la siguiente edición, la 32, en Valencia en verano de 2007, donde defendió su conquista, de nuevo ante el equipo kiwi, al que venció por 5-2.

Al final, esa palabra mágica ha servido para dar nombre a un equipo que sigue en la palestra y que, a partir del día 8, defenderá de nuevo su trofeo en aguas de Valencia, aunque en esta ocasión frente al BMW-Oracle estadounidense, en un formato peculiar de duelo al que se ha visto abocada la competición por el conflicto judicial entre ambos equipos.

Para esta edición, la 33 y que se celebra al mejor de tres mangas, el equipo suizo competirá con el Alinghi 5, un catamarán de 90 pies, construido con carbono compuesto en Villeneuve (Suiza), con una manga -anchura- equivalente a dos pistas de tenis contiguas y una altura de mástil de 60 metros -un edificio de diecisiete plantas-.

El mástil basculante de la embarcación suiza soporta más de 120 toneladas de compresión, similar a cincuenta vehículos 4x4, en equilibrio sobre una base del tamaño de una pelota de tenis y utilizará molinillos hidráulicos motorizados para izar, arriar y ajustar sus velas.

Con uno de los tres gennaker -vela híbrida entre génova y spinnaker- mayores del mundo de 1.100 metros cuadrados de superficie, se han dedicado a la construcción de este catamarán 100.000 horas y se han usado 30.000 metros cuadrados de fibra de carbono.

A estos desarrollos tecnológicos se une un sistema de 150 sensores de fibra óptica informatizado para monitorizar la estructura del barco en tiempo real con el fin de controlar los puntos que puedan sufrir mayores resistencias y evitar su rotura.

Entre su tripulación, compuesta por 23 personas de diez países diferentes, destacan regatistas de la talla del cuatro veces campeón de la Copa América, Brad Butterwort como patrón y táctico, o del también vencedor de esta competición, el caña Ed Baird o otros ganadores de la Jarra como Warwick Fleury, Dean Phipps y Murray Jones.

Junto a ellos, expertos en multicascos -Alain Gautier, Franck Proffit y Loïck Peyron- y el navegante español Juan Vila, entre otros, además del propio Bertarelli, que no se descarta que lleve la caña.

El Alinghi 5 fue botado el 8 de julio de 2009 y bautizado doce días después en el lago Lemán de Ginebra antes de que en agosto fuera transportado en helicóptero hasta la localidad italiana de Génova donde empezó sus primeras pruebas en el mar.

En septiembre embarcó hacia Ras Al Jaima (Emiratos Árabes), primera sede elegida por el equipo suizo para acoger la 33 edición hasta que fue invalidada por los tribunales de Nueva York y el catamarán tuvo que poner rumbo a Valencia, donde se entrena desde mediados de enero.

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