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Alonso, el rey de la salida de emergencia

Prueba obligatoria. Abandona el coche en 5,2 segundos

VÍCTOR SEARA

En lo que tarda en cargar una página web remolona, Fernando Alonso, sentado en su bólido, saca el volante, se desabrocha el cinturón, salta al suelo y vuelve a colocar el volante. El español lo hizo ayer en 5,2 segundos y dejó con la boca abierta a Jo Bauer, el delegado técnico de la FIA encargado de ir por los boxes y comprobar que todos los pilotos, titulares y reservas, son capaces de hacer dicha operación en menos de diez segundos. A Alonso le sobra la mitad.

Para calibrar el estado de forma del asturiano, basta recordar que el año pasado, en el mismo Melbourne, empleó 8,4 segundos para completar el examen. Está en plena forma, entre otras cosas porque ha adelgazado cuatro kilos para contrarrestar el peso del kers.

Las estrictas normas de seguridad de la F1 tienen en este apartado una asignatura especial, aunque no está estipulado cuál sería la penalización en caso de que algún piloto no pueda evacuar su butaca en menos de esos 10 segundos requeridos.

'Un día voy y lo pruebo', bromeó Alonso minutos después de completada la prueba. Con esa sonrisa pícara que irradia optimismo, el español alargó la jocosa promesa: 'Tengo que entrenarme para tardar más de 10 segundos. ¿Qué van a hacerme? ¿No me dejarán correr?'. Y, feliz, se alejó andando por el paddock.

Con la normativa en la mano, eso es lo que habría que hacer, no dejar salir a cualquiera que exceda el tiempo estipulado. Pero la realidad indica que si hay que repetir la prueba cien veces, se repite.

Salir del cockpit sin quitar el volante parece imposible, pero cuenta la leyenda que una vez un piloto al que se le incendió el monoplaza saltó a tierra sin acordarse de quitar el volante. Nadie recuerda cómo. Sólo se sabe que las llamas le lamían la nuca. La necesidad obra milagros.

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