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¿Quién ama a La Bien Querida?

La presunta sobreproducción de 'Romancero', el disco más esperado del año, desata las críticas de oyentes que añoran su maqueta

HENRIQUE MARIÑO


La Bien Querida suena así. Pero antes de la publicación de su esperadísimo disco, la maqueta en MySpace había recibido la visita de miles de oyentes. Algunos, sorprendidos ahora con la producción de Romancero (Efefant Records, 2009), echan de menos la demo y sus grabaciones originales. Estas cosas, con el vinilo y el cassette, no pasaban.

La pintora bilbaína Ana Fernández-Villaverde se dio a conocer cuando el oído de algunos popes del indie como Antonio Luque (Sr. Chinarro) o Jota (Los Planetas) se posó en sus composiciones. La Bien Querida hablaba de uno de los grandes temas, el amor, subcategoría escéptica. Y lo hacía, más allá de sus letras sencillas, arropada apenas por una guitarra.

En el camino que media entre el salón de su casa y el estudio de grabación, se cruzó David Rodríguez (La Estrella de David) y ahí la cosa se lio por partida doble. Sus canciones comenzaron a ganar cuerpo y la relación entre artista y productor discurrió por derroteros sentimentales. En cuanto a lo primero, que es lo que cuenta, tanto arreglo mosqueó a algún fan que otro.

La crítica, en todo caso, ha bendecido el debut de La Bien Querida, hasta el punto de catalogarlo como disco del año, con la de meses que faltan para que termine. Romancero es, sin duda, un elepé que merece una bienvenida en toda regla. Entonces, ¿por qué tanto desencantado?

Contaba Josele Santiago, cuando se abrió paso en solitario, que todas las grandes disqueras le cerraban la puerta cuando iba a presentar su nuevo trabajo. Más allá del rechazo en sí, el cantante madrileño se mostraba desconcertado por la calidad de las maquetas que llegaban a las discográficas, mientras que la suya era una suma de cancioncillas grabadas en calzoncillos junto a Mastretta durante un verano madrileño.

La anécdota, en definitiva, viene a decir que las maquetas de ahora ya no son como las de antes. El abaratamiento de costes en la producción (etcétera, etcétera) ha permitido a las nuevas bandas costearse una demo decente que poco tiene que ver con las trogloditas cintas de antaño y que en ocasiones podría pasar por un disco de estudio. Entonces, si el primer boceto del trabajo de La Bien Querida incluía canciones tan bellas y limpias, se preguntan algunos fans, cómo han podido evolucionar de tal forma.

LA BIEN QUERIDA - De momento abril

Comencemos por hipersonica.com: 'Me temo que la mayoría de quienes tuvieran las canciones previas no se sentirán satisfechos, porque Romancero nos da cosas muy distintas a lo que La Bien Querida había dejado caer en su maqueta (una preciosisad, por cierto, que es fácil de encontrar por internet). Si en su trabajo previo se había mostrado elegante, dulce, intimista, ahora viene alejada de esa sencillez pop, recargada, desenfocada y casi kitsch', opinan en un artículo titulado Lo contrario a lo que esperábamos, donde se deja claro que su nombre está en boca de todo aficionado al pop.

En 360º de separación, hablan de la aparición de dos bandos, el de los partidarios de una 'original producción alejada de la ortodoxia de su fantástica maqueta' y el de los que creen que 'no hace justicia a unas composiciones que sin duda son de lo mejorcito del pop nacional de los últimos diez años'.

En el caso de 9.6, el momento tecno rasca, mamá. Así lo creen los chavales de la nadadora, que alertan de su 'punto petardo [...] inimaginable'. Por lo demás, consideran Romancero como el mejor disco de amor en tiempos, un trabajo que 'dice tanto sin decir prácticamente nada'.

Más allá de la presunta sobreproducción, sus textos también han sido sometidos a un tercer grado. César Luquero, en heineken.es, 'echa en falta cierta diversidad argumental, pero se aplaude la sinceridad y el arrojo de la autora'. Por su parte, jenesaispop.com opina que 'las letras a menudo decepcionan debido a la sencillez y a la repetición', aunque advierte de que es una artista a la que seguir.

Sebas Alonso fue quien comenzó a deshojar en soitu.es la margarita de los que la quieren / no la quieren, saliendo al paso de las críticas con una defensa del disco, aunque reconozca que 'alguna canciones han pedido algo de cercanía'. Aquí nos deja un enlace a la maqueta de marras.

En todo caso, Romancero se ha colado desde su salida en los tops y apunta como firme candidato a mejor álbum nacional (como ya lo fue su maqueta) y, sin duda, revelación. En Metrópoli, Tomás Fernando Flores la ha bautizado como 'cronista sentimental de una generación' y califica la producción de David Rodríguez como 'excepcional': cuatro estrellas.

EP3 cedió el espacio de la crítica de la semana a esta, según Beatriz G. Aranda, 'leyenda en el espacio'.'Si lo más granado del indie patrio -J., Antonio Luque, Joe Crepúsculo- secunda tus canciones y David de Beef te produce, algo apunta. Este debut mantiene las expectativas puestas en la pintora bilbaína Ana Fernández-Villaverde'.

La revista especializada Mondosonoro , que le dedicó su portada, también alaba la 'mano sabia' en la producción, habla del nacimiento de 'una nueva Jeanette' y se refiere al elepé como 'una colección de canciones sobresaliente en la que no existen altibajos'. inco estrellas, máxima puntuación, para Xavi Sánchez Pons, cuya crítica vuelve a reflejar el vacío existente entre los oyentes cabreados y los parabienes de la prensa musical.

Así las cosas (y hay muchos más ejemplos que podéis anotar abajo, en comentarios), tal vez el problema no resida en la producción del disco, sino en el hecho de haber escuchado antes las canciones primigenias, hasta el punto de hacerlas propias y estampar en ellas el certificado de originalidad, como si fuesen la obra definitiva en vez de un avance de lo que ha venido después. Cada día es más difícil, internet mediante, ser virgen.

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